Coronavirus
La pandemia de coronavirus remite cada día en España y mientras eso sucede, la tensión política aumenta. Esta semana el Gobierno de coalición progresista corre el riesgo de no tener apoyos suficientes en el Congreso de los diputados para aprobar una prórroga del estado de alarma, instrumento legal para continuar con el confinamiento por el coronavirus.
El Gobierno defiende que es necesaria la prórroga del mismo, declarado el pasado 14 de marzo, ya que de esta forma se ha podido controlar la movilidad de los ciudadanos, hasta ahora muy eficaz para frenar la expansión del coronavirus. Considera importante el estado de alarma para "no dar pasos atrás y seguir manteniendo la guardia alta.
El Ejecutivo insiste en que no hay un "plan B" al rechazo del estado de alarma, porque es el único instrumento constitucional para limitar la libertad de movimientos.
El partido que lidera la oposición, el PP, que hasta ahora había apoyado la medida, se ha mostrado en contra y su líder, Pablo Casado, dijo ayer que mantener el estado de alarma "no tiene sentido", aunque no ha especificado qué votará mañana en el Congreso. Desde el Gobierno, les han advertido de que serán responsable del "caos" y del "desorden" que puede producirse en España si no apoyan la prórroga.
El partido socialista (PSOE) y Unidas Podemos tienen 24 horas para negociar el apoyo parlamentario, tanto con el PP como con los liberales de Ciudadanos y con los nacionalistas vascos, ya que los dos grupos independentistas catalanes presentes en el Congreso votarán en contra.