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Sequía

El Gobierno plantea llevar a Cataluña barcos con agua desde Valencia

El president de la Generalitat valenciana se ha mostrado a favor de "la solidaridad hídrica entre regiones" debido a la sequía que vive Cataluña.

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha comunicado al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, que tiene intención de llevar agua en barcos desde la desalinizadora de Sagunto, en Valencia, hasta Barcelona. El objetivo es luchar contra la sequía que sufre la comunidad autónoma.

La ministra se reunirá este lunes con el conseller catalán de Acción Climática, David Mascort, al que le trasladará una propuesta. El president de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, se ha mostrado a favor de "la solidaridad hídrica entre regiones", que, a su juicio, "debe extenderse de manera oficial a toda España". Así se ha mostrado tras hablar con la ministra de Transición Ecológica.

Mazón ha asegurado, según ha indicado la Generalitat en un comunicado, que está a favor de que "el agua desalada tenga un uso prioritario y casi exclusivo para emergencias de consumo de boca, no para riego porque esto es muy perjudicial para los cultivos y los cítricos". En esta línea, ha resaltado que Ribera le ha garantizado que "aumentar la capacidad de la desaladora por encima del 15% no tiene ninguna afección para las necesidades de la provincia de Valencia".

El president de la Generalitat valenciana ha pedido a la responsable del Ministerio una reunión para "abordar las necesidades hídricas de la Comunidad Valenciana en temas como los trasvases o la emergencia de la Albufera".

La desaladora en cuestión es la de Sagunto y pertenece a Aquamed. Su objetivo en la actualidad es cubrir parte del déficit hídrico que se espera a corto y medio plazo en consecuencia del crecimiento de la población en la localidad de Sagunto y del resto de la comarca de Camp de Morvedre. La planta desaladora tiene una capacidad de producción de 22.900 m3/día de agua.

Emergencia por sequía

Cataluña declaró la emergencia por sequía después de que la capacidad de los embalses de las cuencas internas llegaran al límite fijado: el 16%. El objetivo es ahorrar agua, por lo que se han activado varias medidas en tres fases escalonadas.

La emergencia tiene tres fases: emergencia I, emergencia II y emergencia III. En la primera etapa no se podrá consumir más de 200 litros por habitante y día; un umbral que bajará a 180 litros en la segunda; y a 160 litros en la tercera. El inicio de cada escenario lo marcará el nivel de los embalses.

Entre otras medidas destacan algunas como que los gimnasios que tienen piscina tendrán que cerrar las duchas a no ser que se utilice agua del mar en caso de querer utilizarla. También el riesgo agrícola deberá reducirse en un 80%. Los ayuntamientos que sobrepasen los volúmenes de media establecidos se enfrentan a sanciones. También se prohíbe la limpieza de vehículos fuera de los establecimientos comerciales, la limpieza de calles o fachadas. Los campos deportivos federados solo podrán regar durante las horas menos calurosas con agua regenerada o freática.