así como fomentar actividades de "pesca de basura"
El borrador del Real Decreto por el que se aprueban las Estrategias Marinas contempla la creación de la figura de "guardianes de la playa" dirigida a asociaciones, entidades ambientales, pescadores y otros colectivos, así como una red de organizaciones "guardianas" que velen por la "preservación ambiental de los ríos y playas" para atajar la problemática de las basuras marinas que continuamente denuncia la Guardia Civil por las redes sociales.
La imagen es dura, pero sólo es otra muestra del impacto de los vertidos en el ecosistema
"Inocentes" pajitas pueden ser letales. #Recicla pic.twitter.com/FM262ykwIH
— Guardia Civil (@guardiacivil) 4 de agosto de 2017
Además de la creación de esta figura, la reducción del plástico acapara la mayor parte de medidas para frenar la basura de los ecosistemas marinos. En esta línea, se establece la aplicación de la Directiva Europea para la reducción de las bolsas de plástico --el Gobierno prevé prohibirlas para el año 2020--, así como el fomento de actividades de "pesca de basura" y la creación de una base de datos nacional sobre los residuos que se recojan del mar y el estudio de 'hotspots', o zonas marinas de mayor acumulación de deshechos.
El documento, que se encuentra en fase de consulta pública desde el pasado 12 de julio y hasta el próximo 11 de septiembre, incluye un total de 100 "nuevas medidas" como el desarrollo de una aplicación móvil para la detección de especies invasoras, la ampliación del Parque Natural de Cabrera (Baleares), la conservación de orcas y tortugas marinas, la reducción de la cuota de pesca del coral rojo o la puesta en marcha de acciones para recuperar la "fauna petroleada".
Así, todas las medidas están repartidas en 9 epígrafes: biodiversidad, espacios protegidos, especies invasoras, especies explotadas comercialmente, contaminación, alteración de las condiciones hidrográficas, basuras marinas, ruido submarino y medidas horizontales.
Conservación de tortugas y orcas
En el apartado de biodiversidad, el borrador incorpora medidas como la conservación de la orca en el Estrecho y el Golfo de Cádiz; la preservación de las tortugas marinas, sobre todo, en los eventos de anidación en las costas; o la reducción de la "captura accidental" de vertebrados. Además, esta línea estratégica también incluye el estudio de los riesgos de colisión de cetáceos con grandes embarcaciones, así como la promoción de un sello de calidad para las actividades recreativas de observación de estos animales, incluida la pesca turística; o la elaboración de directrices sobre arrecifes artificiales.
Bajo el epígrafe de especies protegidas, el Gobierno prevé desarrollar los planes de gestión de las Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA) en aguas marinas españolas, después de que en julio de 2014, hace ahora tres años, el entonces Ministerio de Medio Ambiente declarara un total de 39.
Asimismo, el proyecto también contempla la creación de una marca de calidad 'Red Natura 2000' con el objetivo de "favorecer la comercialización de productos y servicios compatibles con los objetivos de su gestión, así como la ampliación del Parque Nacional Marítimo Terrestre del Archipiélago de Cabrera, en las islas Baleares, y un plan de vigilancia de posidonia oceánica en el archipiélago.
En cuanto a las especies invasoras y alóctonas, el Ejecutivo plantea la creación de una aplicación móvil para la alerta y detección temprana de estas especies en Parques Nacionales. Mientras tanto, y sobre la fauna marina explotada comercialmente, el borrado incluye la reducción de la cuota de pesca de coral rojo por persona y año; o regular el marisqueo en el Mediterráneo."
'Fauna petroleada'
En cuanto a la contaminación y eutrofización, el Gobierno prevé la puesta en marcha de una estrategia para el rescate y recuperación de 'fauna petroleada'; o la elaboración de una guía para la manipulación de graneles líquidos que se transportan en barco por el mar, que en España han llegado a causar desastres ecológicos como el del Prestige en las costas gallegas en el año 2002.
El proyecto del Real Decreto, también incluye la regulación sobre criterios para los proyectos generadores de ruido submarino, así como en las evaluaciones de impacto ambiental de los mismos. Con esta regulación, los sondeos y exploraciones de hidrocarburos podrían verse afectados.
Por último, entre las medidas horizontales, el Gobierno quiere poner en marcha programas de difusión y divulgación en colegios, sensibilización a los bañistas de las playas, así como la elaboración e implementación de un currículum relacionado con el respeto y protección de los cetáceos, tortugas y aves marinas protegidas.
El ámbito de aplicación de este proyecto son las cinco demarcaciones marinas españolas: noratlántica, sudatlántica, Estrecho y Alborán, levantino-balear y canaria, y, una vez aprobadas, se actualizarán cada seis años, según recoge el documento.