OCURRIÓ EN BARCELONA
La teniente de alcalde de Barcelona Laia Ortiz ha condenado [[LINK:EXTERNO||| https://www.antena3.com/noticias/sociedad/turista-herido-grave-ser-agredido-manteros-barcelona_201808025b62f42c0cf2c100e5b2426d.html|||la agresión de un vendedor de 'top manta' a un turista la noche del miércoles]], ha defendido el abordaje que impulsa el Ayuntamiento del fenómeno y ha pedido más colaboración del resto de administraciones.
"Más allá de que sean unos hechos puntuales o aislados, son inaceptables", ha aseverado preguntada por los medios en rueda de prensa, y ha remarcado que el ejecutivo de Ada Colau condena con toda la firmeza esta muestra de violencia.
Ha asegurado que se ha puesto en contacto con servicios sanitarios para interesarse por la situación del herido, que fue dado de alta unas horas después de la agresión: "Hemos seguido la situación de cerca" y lo harán también con la investigación, en la que ha ofrecido la colaboración del Ayuntamiento.
Preguntada por las críticas de algunos colectivos y partidos, ha replicado que "no se puede decir que hay impunidad", y ha resaltado que continuamente se requisa material y se ponen sanciones, 70.000 en 2017, y que no se puede actuar si no hay efectivos suficientes y si no se puede garantizar la seguridad de la ciudadanía o de los agentes.
"Trabajamos intensamente con todos los recursos que están a nuestro alcance, pero siempre garantizando no poner en riesgo al conjunto de la ciudadanía ni a los agentes y actuando con la proporcionalidad que se requiere", ha remarcado Ortiz en declaraciones a Europa Press.
Ha advertido de que, "si alguien cree que a partir sólo de actuaciones en la calle se va a resolver el asunto, tiene completamente desenfocada la situación del problema" y, preguntada por si el Ayuntamiento se personará, ha dicho que todavía no se ha presentado denuncia y que lo estudiarán si se da el caso.
Ortiz ha asegurado que el Ayuntamiento trabaja "intensamente" desde hace años en este asunto, y ha recordado que en julio se incorporaron un centenar de nuevos efectivos de la Guardia Urbana y que la mayoría se destinaron a Ciutat Vella.