EXPERTO EN CONFLICTOS INTERNACIONALES
El Tratado de Utrecht, firmado en 1713 lo deja bien claro. Tras perder una guerra de nueve años con el Reino Unido, España cede el castillo de Gibraltar, además de su fortaleza y el puerto, pero nada más.
"Ni una, ni dos, ni tres millas. No hay ninguna. Por lo tanto, desde ese punto de vista, la cuestión debería estar suficientemente clara. No hay la más mínima referencia a las aguas territoriales", explica Jesús Núñez, del Instituto de Estudios sobre conflictos.
España tan sólo reconoce como gribaltareña la zona del puerto, área que el Reino Unido amplía al equivalente a cinco kilómetros y medio. Esta diferencia de criterio se ha traducido en tres siglos de incidentes de toda índole. Fricciones que a lo largo del tiempo han perjudicado especialmente a los pescadores del Campo de Gibraltar, con el argumento de que sus artes no son las adecuadas.
"En este momento Gran Bretaña no necesita nada de España y en ese sentido podemos entender que Gibraltar sigue siendo una baza a la espera de que Londres necesite algo de Madrid". "Todavía acaba de reiterar en estos días que sin la participación de las autoridades del Peñón no negociará nada en términos de soberanía con España, cosa que no hizo con Hong-Kong ni con otras posesiones británicas", añade Núñez.
Según Naciones Unidas en el mundo quedan 16 territorios pendientes de descolonización. Diez están en manos del Reino Unido y uno de ellos es Gibraltar, la única colonia que queda en Europa.