//José Manuel García-Margallo/
"Esto es un hecho insólito y francamente escandaloso. Es decir, en un momento en el que estamos en una pugna entre lo que llamamos democracias liberales y democracias iliberales, caracterizándose la liberal, entre otras cosas, por el Estado de derecho y la separación de poderes: Este nombramiento es escandaloso.
Para que esto funcione los jueces tienen que ser independientes,los fiscales tienen que ser autónomos y los abogados del estado tienen que dictar sus resoluciones de acuerdo con el interés general. Y las tres se están tambaleando.
El dictamen de los abogados del Estado en lo último respecto a la resolución de la justicia de la Unión Europea dice una cosa y la contraria. Es contradictoria en sí.
Que la fiscal general estaba sentenciada porque no seguir las instrucciones del gobierno, que sí que hizo la abogacía, lo sabíamos, pero que se nombre a la exministra de justicia es muy grave y esto va a tener un recorrido muy largo en Europa.
Y allí no entiende nadie demasiado por qué pedir la detención y entrega de ciudadanos o líderes políticos con lo que se está negociando de alguna manera el gobierno. Les parece bastante insólito. Les parece muy de Valle Inclán.
El atentando a los que son los cimientos del Estado. De hecho, la neutralidad de la función pública. Si este país se ha mantenido a lo largo de este periodo de una estabilidad es gracias a sus grandes cuerpos. Es un poco lo mismo que Francia.
Y si ya hacemos que eso cruja, crujen las cuadras del Estado".