TRAS LA RENUNCIA AL YATE DE DON JUAN CARLOS

El Fortuna volverá a manos de los empresarios que lo donaron al Rey

El yate Fortuna volverá a manos de los veinte empresarios que se lo regalaron a don Juan Carlos en el año 2000. Será vendido y el dinero recaudado se destinará a otras actividades turísticas y culturales de la Fundación.

Después de que el Rey don Juan Carlos anunciara la renuncia al uso del yate Fortuna, se barajaron tres posibilidades sobre su futuro. La primera era sacar a subasta el barco; la segunda, que pasara a manos del Ministerio de Defensa. Y la tercera, que es la que finalmente va a producirse, devolverlo a la Fundación de empresarios baleares que en su día lo donaron al monarca.

Don Juan Carlos renunció al uso del buque en mayo y pocos días después la Fundación de estos empresarios reclamó la devolución del barco. Los empresarios tienen previsto vender el Fortuna y destinar el dinero recaudado a otras actividades turísticas y culturales de la Fundación. En su momento, pagaron por el yate 18 millones de euros.

Construido por los astilleros de Izar en San Fernando (Cádiz), el yate del que se ahora se desprende el Rey tiene una cubierta principal con un salón noble, un comedor, una cocina y un gran puente de mando. En el piso inferior, tiene cuatro camarotes, dos reservados para el Rey y sus invitados, que ocupan toda la manga, y otros dos a ambas bandas del pasio central.

Según han indicado fuentes de Casa Real, en 2012 el Rey sólo navegó con el 'Fortuna' un solo día, el 13 de agosto. Ese día, el monarca almorzó en alta mar con la tripulacion del barco, que permaneció unas ocho horas navegando. Los técnicos de mantenimiento habían aconsejado mover el yate, que llevaba ya mucho tiempo sin salir de puerto, y el monarca decidió acompañar a la tripulación, según informó entonces Zarzuela.

Desde que se decidió recortar gastos, la Familia Real salía a navegar con el 'Fortuna' de forma excepcional, ya que llenar el depósito del yate cuesta 25.000 euros. En su lugar utilizaban la lancha 'Somni', propiedad del armador Josep Cusi, que éste pone a disposición del Rey todos los veranos.

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