EN UN ACTO EN EL ESTADO MEXICANO DE MORELOS
Felipe González, expresidente del Gobierno español, advirtió de una "crisis de la democracia representativa" y afirmó que a los políticos de España les falta voluntad para establecer los consensos básicos que lleven al país a salir de la crisis que atraviesa.
"No hay voluntad suficiente para dialogar y recorrer un camino para que haya consensos básicos", dijo el político en una breve conferencia de prensa en la ciudad de Cuernavaca, en el central estado mexicano de Morelos. En la democracia, añadió, "no se consensúa todo, se consensúan los elementos básicos que le dan fortaleza al proyecto de país, a (los esfuerzos para) enfrentar los problemas y resolverlos".
Al respecto, aseguró que a España le faltan "líderes que representen la percepción de la nueva realidad y que le pudieran explicar al pueblo qué proyecto de país tienen en quince minutos, no en cincuenta horas". El expresidente, que encabezó el Gobierno de España entre 1982 y 1996, se encuentra en México para participar en el Encuentro Morelos Único que se celebra entre los días 25 y 30 de marzo y en el que diversas personalidades internacionales ofrecen ponencias.
La intervención de González iba a producirse el pasado martes pero tuvo que posponerse por la muerte del expresidente Adolfo Suárez, artífice de la transición española. González habló precisamente de ese periodo de la historia española y dijo que ahora debería ser mucho más fácil que entonces el consenso entre los partidos políticos. Explicó que él era "un procesado político, pendiente de un juicio que nunca se celebró y con ocho años de petición de cárcel por pensar lo que pensaba" cuando se encontró con Suárez, quien "venía de ser ministro, secretario general del movimiento, del partido único".
"Nadie puede imaginar que alguien que viene de la lucha contra el sistema es más fácil que se entienda con alguien que viene del propio sistema contra el que se lucha, que en una situación como la actual. Creo que hay que intentar superar esa tontería que se repite tanto de que ahora sería imposible un consenso como entonces", dijo. "Hay una crisis de gobernancia de la democracia representativa que arrastra una crisis de liderazgo que es el que permitiría definir los problemas y llegar mediante un diálogo al entendimiento básico", añadió el expresidente socialista.
González dijo que en la crisis española "estamos tocando fondo en el aspecto económico pero todavía tenemos problemas político institucionales y territoriales, además de los económicos, con un enorme índice de desempleo". Interrogado sobre quién sería la persona ideal para encabezar el Partido Socialista Obrero Español, el expresidente dijo que "el tipo con más capacidad política y con más inteligencia política en España" es Alfredo Pérez Rubalcaba, pero consideró que "no tiene apoyo", igual que el actual presidente Mariano Rajoy, del Partido Popular, "que tiene poco apoyo popular".