EN UN ACTO EN BUENOS AIRES
El expresidente del Gobierno español Felipe González definió este viernes en Buenos Aires como "un acto de cobardía" el hecho de que el expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont se encuentre en Bélgica desde el pasado lunes y no se presentara ante la Audiencia Nacional el miércoles.
"Me parece un acto de cobardía, casi de vodevil, que deja al pie de los caballos a sus seguidores y a más de la mitad de su gobierno", dijo González. El socialista indicó en una entrevista concedida este viernes al medio argentino Clarín que el discurso de Puigdemont es "de un nacionalismo irredentista", y destacó que es "como mucho" identificable con "los desastres del siglo XX del nacionalismo".
"Puigdemont no es presidente de la Generalitat, no porque haya sido destituido, sino porque él ha propuesto destruir la Generalitat y la Constitución. Por tanto, si fuera algo, que no lo es, sería presidente de la República Independiente", explicó. González llegó a Argentina para participar en el XVIII Foro Iberoamérica, que contó también con la presencia del presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, y exjefes de Estado como Julio María Sanguinetti (Uruguay), Fernando Henrique Cardoso (Brasil) y Ricardo Lagos (Chile), pero también el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro. "Cuando se plantea Cataluña y España se comete un error.
Cataluña forma parte de España. España es un espacio público compartido que se constituye como Estado-Nación desde hace 500 años", expresó González. En su opinión, en España "hay una sola legalidad", al igual que en cualquier otro país democrático, por lo que consideró que las autoridades regionales catalanas "han roto la Constitución y han desobedecido todas las sentencias de los tribunales". "Aquí hay una sola legalidad y dos relatos.
Los relatos tienen una ventaja y es que han contado un montón de mentiras, cosa que es bastante frecuente en nuestra sociedad", agregó. González admitió que el Gobierno de Puigdemont ha "satirizado" la aplicación del artículo 155 de la Constitución española, y consideró esta crisis como "la peor de la democracia" española tras la dictadura de Francisco Franco.
"España, como Estado de derecho, está soportando la peor crisis de la democracia desde que empezó el régimen del 78, del que me considero representante absolutamente legítimo y quiero que lo llamen régimen del 78 para diferenciarlo de otros", afirmó el exjefe del Ejecutivo español.