DIFERENCIAS EN EL PP
El acercamiento que se ha producido estos últimos días entre Partido Popular y Vox, al menos en la comprensión de algunos mensajes y propuestas del partido de Abascal, no es del gusto de todos los dirigentes populares. El presidente del partido, Pablo Casado, llegó a utilizar los mismos términos que Vox, "violencia doméstica", para lo que más tarde volvió a llamar "violencia de género", el termino utilizado habitualmente. Es solo un ejemplo de las situaciones que estos días han llevado a dirigentes populares a sentirse incómdos.
El primero en desmarcarse de esos planteamientos en política de género fue el presidente gallego, Núñez Feijóo, que ha vuelto a marcar perfil propio negando cualquier cambio en la ley de violencia de género. Para Feijóo la violencia machista existe y "lo que no se puede hacer es obviar algo que existe", por lo tanto lo que hay que hacer es mejorar y perfeccionar las políticas contra la violencia de género, no derogarlas o dejarlas de aplicar.
Las declaraciones del presidente gallego conectan con lo que algunos dirigentes populares ven con preocupación: el acercamiento a las propuestas defendidas por Vox puede ser contraproducente para el PP, más que conseguir atraer a los antiguos votantes perdidos. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, dice que los demócratas están para defender a las mujeres víctimas de la violencia de género y no utilizarlas políticamente. Alfonso Alonso, presidente del PP vasco, cree que a Vox "le falta un hervor". Y el presidente murciano, Fernando López Miras, no firmaría las propuestas de Vox.