Cataluña
La no detención del expresidente se produjo debido a una cadena de errores.
Se desconoce el paradero de Carles Puigdemont, aunque cada vez trascienden más detalles de su huida. Fue este jueves cuando el expresidente de la Generalitat logró pronunciar un breve discurso ante cientos de simpatizantes en una céntrica vía de Barcelona. Los expertos coinciden en que lo sucedido ayer no se puede explicar por un solo fallo de seguridad, sino una larga cadena de errores, en los que se podrían encontrar implicados tanto los Mossos d'Esquadra como la Policía Nacional. Hubo varias oportunidades para detenerlo.
Jordi Turull, secretario general de Junts, confirmó que Puigdemont llegó a España el pasado martes. Sin embargo, los servicios de inteligencia españoles, así como la Guardia Civil y la Policía Nacional, no lograron detectarlo. Así, el líder independentista pudo haber pasado hasta dos noches en Cataluña sin ser detenido antes de su aparición pública, tras la cual volvió a desaparecer, eludiendo incluso la llamada "Operación Jaula".
Distintos expertos en seguridad han expresado su asombro ante la falta de detención de Puigdemont. Toni Castejón, portavoz de la Federació de Professionals de la Seguretat Pública de Catalunya (Fepol), cuestionó la falta de acción en el momento clave, preguntándose "¿por qué, cuando se tiene la oportunidad de detenerlo, se actúa como si fuera un simple vendedor ambulante, permitiéndole hacer lo que quiera y luego escapar como un terrorista?".
El Inspector de Policía Serafín Giraldo también se sumó a las críticas y subrayó la necesidad de explicaciones sobre por qué no se estableció un retén de seguridad para efectuar la detención del expresidente durante su discurso. Según los sindicatos policiales, ese retén debería haber estado compuesto por agentes antidisturbios, pero estos brillaron por su ausencia. Además, tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil fueron marginadas del operativo.
Otro aspecto que ha sido duramente criticado fue el fracaso de la "Operación Jaula", un dispositivo desplegado por las carreteras de Cataluña con la intención de interceptar a Puigdemont. El coche en el que supuestamente viajaba el expresidente logró escapar sin dejar rastro, lo que puso en evidencia una vez más la serie de fallos en la operación. Un portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) lamentó que se hubiera dejado toda la responsabilidad a los Mossos, cuando las fuerzas de seguridad nacionales deberían haber tenido un papel más destacado.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, reconoció que el operativo policial para garantizar el pleno de investidura de Salvador Illa y la detención de Puigdemont estaba a cargo de los Mossos d'Esquadra. Sin embargo, Bolaños destacó la importancia de la investidura de Illa como un nuevo comienzo para Cataluña, mientras instaba a dejar atrás "una década perdida de enfrentamiento estéril" y avanzar hacia un futuro de "prosperidad y acuerdos".
El sindicato policial Jupol fue más contundente en su reacción, criticando al Ministerio del Interior por cometer los mismos errores que en la gestión del referéndum ilegal de 2017, al confiar únicamente en los Mossos para una operación tan delicada.
Por su parte, el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, y el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, admitieron que hubo un error de previsión en la detención de Puigdemont, pero defendieron que el objetivo principal de garantizar la seguridad del pleno se cumplió. Elena cargó duramente contra Puigdemont, calificando su comportamiento como "impropio" de quien fue la máxima autoridad de Cataluña, mientras que Sallent aseguró que, a pesar del fallo, el cuerpo actuó con profesionalidad y seguirá trabajando para esclarecer lo ocurrido.
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