Emergencia
El Ejército del Aire desplegó un caza F-18 para que volara en torno al avión de Air Canada con problemas técnicos que sobrevuela Madrid, con el objetivo de que verifique desde el exterior el estado del tren de aterrizaje. Se trata de un procedimiento habitual en este tipo de circunstancias. Consiste en que el caza se sitúe en paralelo al avión de Air Canada para que el piloto militar pueda observar visualmente el estado del tren de aterrizaje y transmitir esa información al piloto del avión comercial. El F-18 ha realizado varias fotografías de la zona del tren de aterrizaje y de los motores y ha conversado con los pilotos del Boeing. La información transmitida le sirve al comandante del vuelo para tomar decisiones y las fotografías también son utilizadas por los servicios de emergencias y de control de vuelos de Barajas.
Esta maniobra fue solicitada por la coordinación de control del espacio aéreo civil y militar y aprobada por el mando de Defensa y operaciones aéreas. Según informó Enaire en su cuenta de Twitter poco antes de las 16.30 horas, el vuelo ACA837 "con problema técnico" estaba a la espera de "poder tomar tierra", lo que llevó al gestor de navegación a regular nuevamente las operaciones en el aeródromo madrileño tras los desvíos de vuelos provocados sólo unas horas antes por el avistamiento de drones en el mismo aeropuerto. Se trata de un Boeing 767 de Air Canada, con 130 pasajeros, que partió de Barajas con destino Toronto y que poco después de despegar notificó al aeropuerto que debía regresar al haber detectado problemas en el tren de aterrizaje.
Una vez activada la alerta, se desplegó en el aeropuerto el dispositivo de emergencia formado por los bomberos y los servicios sanitarios de la comunidad de Madrid y el ayuntamiento. El vuelo de Air Canada con problemas técnicos ha conseguido aterrizar en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas tras volar a baja altura durante varias horas para reducir su carga de combustible.