Gobierno
Algunos economistas no creen que las medidas del Gobierno serán suficientes para seguir la línea marcada por Bruselas.
El Gobierno ha puesto en marcha una serie de medidas que mantienen, al menos parcialmente, las ayudas aprobadas por los efectos iniciales que tuvo la guerra de Ucrania en la economía española. La aprobación del nuevo paquete llega en el momento en que Bruselas ha decidido endurecer sus exigencias a los países europeos para rebajar la deuda y el déficit. España es uno de los países que tiene esos compromisos.
"No parece posible que con estas medidas se pueda corregir una senda de déficit que no se iba a cubrir"
La rebaja del IVA de los alimentos se mantiene seis meses más, sin embargo, el IVA de la luz pasa del 5% al 10%, y el del gas irá subiendo hasta el 21%. Además, se quita la bonificación a los carburantes que aún mantenían los transportistas y los agricultores. Estas son algunas de las medidas. La duda ahora es si serán suficientes para seguir la línea marcada por Bruselas e iniciar los ajustes y recortar gastos para reducir la deuda y el déficit. Para los expertos, la respuesta es no.
"No parece posible que con estas medidas se pueda corregir una senda de déficit que no se iba a cubrir", asegura Francisco Rodríguez, Catedrático de Economía de la Universidad de Granada. Para José Ignacio Conde-Ruiz, Catedrático de Economía de la Universidad Complutense de Madrid, "alcanzar el déficit del 3% el año que viene va a ser difícil".
Según los expertos, si se retiraran todas las ayudas de golpe, la inflación aumentaría de forma importante. Por esta razón, se está haciendo de forma gradual, "para que a mediados de año sí se puedan retirar y ajustar un poco por ahí el déficit", explica Conde-Ruiz.
El problema es que algunas medias se mantendrán todo el año, por ejemplo, la gratuidad del transporte. "Todas las medidas que no sean muy selectivas y muy cuadradas al céntimo no van a tener un impacto importante en la contención", sostiene Francisco Rodríguez. Y eso, asegura, aleja la posibilidad de que España termine el año con ese 3% de déficit, al que se comprometió con Bruselas.
Las autoridades europeas están pidiendo a los países miembros de la UE que vuelvan a las políticas económicas de menos gasto. No lo están exigiendo con la intensidad y las prisas de la crisis financiera de 2008, pero las advertencias empiezan a ser serias.
Bruselas está vigilando que los gobiernos retiren sus medidas anticrisis y que, si las mantienen, sea para proteger a colectivos y a empresas que sean vulnerables y fiscalmente responsables. En noviembre, la Comisión Europea examinó el presupuesto español y concluyó que se cumplían con los objetivos, pero que la situación era complicada y el Gobierno debía ser prudente.