Tribunal Supremo
Meritxell Serret ha admitido la desobediencia por seguir adelante con el 1-O, que solo implica penas de inhabilitación, pero ha negado la malversación de fondos públicos, castigado con penas de cárcel.
La 'exconsellera' Meritxell Serret, ha admitido este viernes haber desobedecido al Tribunal Constitucional y también asumió todas las decisiones que adoptó el Govern de Carles Puigdemont, incluido el acuerdo por el que se destinaban fondos al referéndum ilegal del 1-O.
Sin embargo, quiso aclarar que desde su departamento de Agricultura no se produjo ningún gasto ilegal que se pueda encuadrar en el delito de malversación de caudales públicos.
Meritxell Serret explicó que su comparecencia es el siguiente paso tras haber comparecido voluntariamente en el alto tribunal el pasado 11 de marzo, cuando Llarena la dejó en libertad sin medidas cautelares.
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Por otra parte, Serret anunció su intención de contribuir, desde su responsabilidad política actual a acabar con la judicialización del "conflicto político, que nunca debería haber entrado en esta Sala". "He reconocido haber recibido los requerimientos del Constitucional y he asumido los acuerdos de Govern que realizamos siguiendo el mandato popular de esa mayoría parlamentaria de sacar adelante el referéndum", ha asegurado.
La exconsellera Serret ha reconoció estar de acuerdo con el pacto en el que el Govern acordó gastar fondos públicos en la preparación del referéndum, por lo que puede servir para mantener la imputación de la malversación. En cuanto al delito por desobediencia, el Tribunal Constitucional ya ha confirmado la pena por ese delito impuesta por el Supremo.
Serret ha salido del Alto Tribunal entre los aplausos de un pequeño grupo de personas que había acudido a apoyarla, entre los que se enocontraba el líder de ERC y vicepresidente del Govern en funciones, Pere Aragonès. El Tribunal Supremo y el TEDH son los dos escenarios en los que se moverá a partir de ahora la causa del procés.