EN EL JUICIO POR EL CASO NÓOS
El tribunal encargado de juzgar el caso Nóos interrogó este jueves, en calidad de testigo, al exasesor jurídico de la Casa Real y Conde de Fontao, José Manuel Romero, quien en 2006 instó a Iñaki Urdangarin a abandonar toda vinculación en la gestión de las entidades vinculadas al Instituto Nóos y a abstenerse de dirigir cualquier tipo de mercantil.
El exasesor jurídico de la Casa Real José Manuel Romero ha explicado este jueves al tribunal que juzga el caso Nóos que consideró "urgente corregir" los problemas políticos que suscitó en Baleares la organización de varios eventos por el Instituto Nóos que presidía Iñaki Urdangarin.
El abogado Romero ha asegurado este jueves que alertó a la Casa del Rey de los proyectos que Iñaki Urdangarin realizaba a través del Instituto Nóos porque "una persona que era el marido de la infanta no debería hacer actividades mercantiles".
En su comparecencia como testigo en Palma, el conde de Fontao ha detallado que no hizo un seguimiento inmediato de que Urdangarin y su socio Diego Torres habían seguido sus consejos, pero se volvió a interesar por la cuestión cuando a principios de 2006 hubo una interpelación en el Parlamento balear, cuestionando los eventos organizados por Nóos, los Illes Balears Forum por los que el Govern pagó 2,3 millones.
En esa interpelación al entonces presidente Jaume Matas se cuestionaron esos eventos que según Romero, "al parecer, habían tenido mucho éxito pero no se estimaban adecuados".
"Ni en ese momento, ni mucho después, en ningún caso se plantea como una cuestión de ilítico penal ni hay una persecución ni una comunicación a la Fiscalía sobre estas cuestiones, sino algo de carácter político, de la inadecuación de la presencia de una persona de la Familia Real en algo que está suscitando problemas políticos era todavía más urgente de corregir", ha afirmado Romero.
"Las personas de la familia del Rey no debían realizar operaciones mercantiles por su propia cuenta, podrían realizarse por cuenta ajena", ha declarado Romero, conde de Fontao.
El testigo ha explicado que cuando conoció por informaciones periodísticas que el Instituto Nóos era una asociación consideró que "la formalización jurídica no era la adecuada a las actividades que de modo genérico hacía".
"Jamás deduje que había una actividad ilícita, sino una actividad inadecuada para el marido de una infanta de España", ha recalcado Romero, con cuyo testimonio ha arrancado la trigésima sexta jornada del juicio de Nóos, en el que están acusados la infanta Cristina, su esposo y otras quince personas.
"Lo que a mi me parecía mal es que el señor Urdangarin realizara actividades en las que su propia tarjeta fuera el instrumento de presentación", ha añadido.