Cataluña
Una delegación de eurodiputados lleva varios días en Cataluña evaluando los efectos de la inmersión lingüística.
Los doce eurodiputados que han pasado varios días en Cataluña evaluando los efectos de la inmersión lingüística consideran que el catalán predomina sobre el castellano en los colegios, y que "es un problema" que los padres que quieran el 25% de clases en castellano tengan que acudir a la justicia para que sus hijos estudien en español.
Esta evaluación forma parte de la misión del Parlamento Europeo que se ha llevado a cabo desde el lunes hasta este miércoles. Este último día, los eurodiputados han mantenido reuniones en la Oficina del Síndic de Greuges y han dado una rueda de prensa haciendo la valoración del conjunto de la visita.
Según han informado, se ha llegado a la conclusión de que "el catalán no está en peligro" y de que en los colegios "no hay bilingüismo". Asimismo, ha remarcado que la responsabilidad de aplicar la sentencia del 25% de castellano recae en la Administración y ha exigido más información al Gobierno catalán para conocer cuántos de los alumnos estudian ese 25% de sus asignaturas en castellano.
Los eurodiputados también han aprovechado para criticar que el Govern enviara cargos de la Consejería de Educación a las reuniones con los directores y docentes de los dos centros del Prat de Llobregat que visitaron este martes, y que incluso intervinieran en las conversaciones.
La clave que ha motivado esta visita han sido las denuncias de una asociación que lucha por aumentar las horas de castellano como lengua vehicular.
La delegación de eurodiputados incluía a doce miembros. La presidenta de la delegación ha sido Yana Toom, liberal de Estonia. También formaban parte del comité el popular alemán Peter Jahr, el también popular polaco Jaroslaw Duda, otro polaco del partido ultranacionalista, Kosma Zlotowski, una eurodiputada francesa del Frente Nacional de Marine Le Pen, Virginie Joron, y la italiana del Movimiento Cinco Estrellas, Maria Angela Danzi.
Estos han denunciado que se les ha recibido con manifestaciones ofensivas. "Nos han llamado racistas y fascistas", ha declarado la presidenta de la delegación, Yana Toom. Su informe final se conocerá dentro de tres meses.