ASÍ LO VIVIMOS
Fueron once las personas asesinadas por ETA aquella madrugada del 11 de diciembre en la casa cuartel de Zaragoza. Cinco de ellos eran niños. Tal día como hoy, hace 30 años, los etarras Henri Parot, Jean-Pierre Parot, Jacques Esnal y Frédéric Haramboure perpetraron el que sería el atentado más sangriento contra la Guardia Civil. La explosión sucedía tan solo unos meses más tarde del magnicidio en Hipercor, donde murieron 21 personas.
Sobre las seis de la mañana del 11 de diciembre de 1987 explotaba un coche bomba mientras los habitantes de la casa cuartel de Zaragoza dormían. En el estallido murieron once personas, de las cuales cinco eran niños: Ángel Alcaraz (17), Silvia Pino (7), Silvia Ballarín (6), Rocío Capilla (12) y Miriam y Esther Barrera, las gemelas que apenas tenían tres años. Ninguno de los demás asesinados llegaba a cumplir 40 años. Los 250 kilos de amonal destrozaron el edificio y sepultaron a las víctimas bajo cascotes. Además de las muertes la explosión produjo 88 heridos, la mayoría civiles.
Henri Parot, autor del atentado junto a otros tres ciudadanos franceses, daba nombre así a la doctrina del Tribunal Supremo, la "Doctrina Parot". Asociado como uno de los terroristas más sanguinarios de ETA (26 asesinatos), era detenido casi tres años más tarde cerca de Sevilla con un coche cargado con 300 kilos de explosivo. La Doctrina Parot, posteriormente tumbada por el Tribunal de Estrasburgo, evitaba que presos con decenas de asesinatos cometidos y condenados a cientos de años a prisión pudieran salir a los 20 años.