Calidad de vida en las ciudades
¿Está tu ciudad en el top 5 de las ciudades mejor valoradas para vivir? Consulta en el mapa qué ciudades, según los encuestados, cuenta con una buena calidad de vida y cuáles no.
Vigo ha sido elegida como la ciudad española con mayor calidad de vida, según una encuesta elaborada por la OCU. Los encuestados han determinado un ránking con las mejores y peores ciudades en relación a la calidad de vida atendiendo a unos factores determinados.
Por ejemplo, han tenido en cuenta el coste de la vida, la seguridad, la movilidad, la calidad del medio ambiente, la oferta cultural y de ocio, el trabajo entre otros.
Ciudades mejor y peor situadas
La ciudad con mayor calidad de vida es Vigo, los encuestado aseguran que cuenta con una buena seguridad, limpieza, educación o medio ambiente y bajos niveles de contaminación. En segundo puesto se encuentra Zaragoza, Bilbao, Valladolid y Córdoba.
Por otro lado, las ciudades peor valoradas para vivir son Las Palmas, Murcia, Palma, Barcelona y Madrid.
Barcelona y Madrid destacan por ser las dos ciudades peor valoradas por sus residentes: el coste de la vida, el mercado inmobiliario, el medio ambiente y la contaminación, así como la limpieza urbana son fallos comunes a las dos grandes urbes, cuyos puntos fuertes también coinciden y son las ofertas de empleo y mercado laboral, y la oferta cultural de deporte y ocio.
Indican que la seguridad en Barcelona supone un problema, aunque también ocurre en Sevilla. Madrid obtiene mala puntuación por la calidad del aire y por la educación. La movilidad es un problema en Murcia y Palma de Mallorca.
El covid-19 ha empeorado las cosas
Si se compara la evolución con años anteriores, se ve que la situación anterior al coronavirus era hasta cierto punto estable en muchas ciudades, si bien se observan tendencias al alza, mejoras en la situación en Zaragoza, Valladolid o Sevilla, mientras que Palma, Barcelona y Madrid ya mostraban una tendencia anterior en descenso.
La crisis del coronavirus representa un punto de inflexión, haciendo que la calidad de vida percibida baje en todas las ciudades, algo muy evidente en Palma y Sevilla.