INVESTIGACIÓN
La Guardia Civil ha desmantelado una red dedicada a estafar a compañías de telefonía móvil que actuaba en varias comunidades autónomas, principalmente la valenciana. Se estima que el fraude puede alcanzar los 27 millones de euros, según han informado fuentes de la Benemérita.
En la operación, denominada 'Movoda', se han incautado más de 43.000 tarjetas de telefonía móvil, 1.473 móviles de última generación, 181.000 euros en efectivo y otros efectos, y ha dado como resultado la detención de 32 personas de distintas nacionalidades (española, rumana, china, pakistaní, togolesa y marroquí) en las provincias de Valencia , Barcelona, Castellón , Málaga y Toledo.
Las investigaciones comenzaron el pasado mes de febrero, cuando se detectaron una serie de estafas cometidas a través de tarjetas de telefonía móvil por parte de algunas personas que operaban en diversas provincias del país. Fruto de las primeras investigaciones se pudo saber que se trataba de una banda perfectamente organizada y asentada en Valencia, Barcelona, Castellón, Gijón, Málaga, Lleida y Toledo.
Posteriormente, se pudo averiguar que en el entramado de esta red participaban distribuidores oficiales de telefonía móvil, que facilitaban las tarjetas a los locutorios. En estos locales eran vendidas las tarjetas a otras personas que tramitaban la portabilidad con datos identificativos falsos valiéndose de los operadores de las plataformas digitales, integrantes también de esta red.
La red utilizaba tarjetas de telefonía móvil adquiridas por distribuidores oficiales de las operadoras telefónicas. Los responsables de estos locales agotaban el saldo de las tarjetas en llamadas a números de teléfono de tarificación especial contratados por ellos. Posteriormente vendían las tarjetas a los locutorios asignando datos identificativos falsos.
Los dueños de los locutorios facilitaban a otros integrantes de la red las tarjetas y estos solicitaban la portabilidad de una operadora a otra. Estos trámites los realizaban a través de plataformas digitales de teléfonos móviles ubicadas en Sudamérica. Las personas de contacto de estas plataformas, en connivencia con los solicitantes, autorizaban los datos a sabiendas de que los mismos eran falsos y validaban la portabilidad de un teléfono móvil de última generación.