Defensa
España cuenta con 3.000 reservistas voluntarios, entre ellos Teodoro García Egea o el padre Apeles. Explicamos su trabajo, cómo llegan a serlo y qué implicaría si ocurriera lo mismo que en Rusia.
Desde el pasado miércoles, los reservistas militares están saliendo en los informativos y medios de comunicación de todo el mundo. La llamada de Vladímir Putin a la movilización parcial militar supuso la orden inmediata de desplegar a un total de 300.000 reservistas para luchar en la guerra contra Ucrania, llegando a reclutar a ciudadanos contra su voluntad que no querían serlo. Pero, ¿funciona de igual manera está cuestión en España?
En nuestro país, hay un total de 3.016 reservistas voluntarios, entre los que encontramos a Teodoro García Egea, secretario general del Partido Popular entre julio de 2018 y febrero de 2022, o al conocido padre Apeles. Los llamados 'reservistas voluntarios' tienen adquirido un compromiso por el cual garantizan que estarán durante al menos tres años en disposición de servir en el Ejército si fuera necesario, en situaciones como una guerra, defensa del territorio nacional o misiones en el extranjero, entre otras.
Los reservistas son llamados a filas cuando los militares profesionales no pueden realizar por su propia cuenta el desempeño total de sus funciones y se requiere de una ayuda extra que sirva para hacer sostenible la situación. Esta medida solo puede ser tomada de forma excepcional, y debe autorizarlo el propio Gobierno de España. Afortunadamente, en nuestro país nunca se ha dado la situación de haber tenido que movilizar obligatoriamente a reservistas que no tengan un puesto fijo o no sean voluntarios.
Requisitos y plazas para ser reservista militar
Son cada vez más las personas que quieren apuntarse a ser reservistas militares. Para ello, hay que cumplir una serie de requisitos, que son aplicables tanto para hombres como para mujeres. El más importante, es tener la nacionalidad española, seguido de otros como haber alcanzado la mayoría de edad (18 años), y no tener más de 58 años si se es oficial o suboficial, al igual que no tener más de 55 años si la persona candidata es integrante de marinería o de las tropas.
Ha de tenerse en cuenta que aquellas personas que cuenten con antecedentes penales, tengan un proceso judicial abierto, o tengan tatuajes que vayan "contra la imagen de las Fuerzas Armadas", no podrán presentarse a obtener una plaza. El número de puestos es muy limitado, puesto que cada año se incorporan tan solo a 200 nuevos integrantes. Los reservistas están convirtiéndose en una de las ramas más valoradas del Ejército, y donde cada vez hay más mujeres entre sus filas.