Repatriación
Según EL PAÍS, la operación afecta a cuatro mujeres y 16 menores retenidos desde hace tres años y medio en campos de prisioneros en Siria e Irak.
El Gobierno ha aceptado repatriar a las esposas y viudas de cuatro yihadistas del DAESH y a sus respectivos hijos de entre 3 y 15 años. Ellas son Luna Fernández, Yolanda Martínez, Loubna Fares y Lubna Miludi. Las dos primeras están cautivas en el campo sirio de Al Roj, cercano a la frontera con Turquía, mientras que la tercera se encuentra en el campo iraquí de Al Hol. La cuarta se encuentra en paradero desconocido. Todas son españolas, excepto ésta última, cuyo origen es marroquí y es viuda de un español.
Los campos de Al Hol y Al Roj fueron habilitados para albergar a los familiares de los combatientes de Estado Islámico a medida que la organización terrorista iba perdiendo territorios que dominaba en Siria e Irak. Tras el fracaso del califato, ambos campos siguen activos. En esos campos de prisioneros continúan detenidos cientos de mujeres y niños de manera indefinida. Desde la caída del Califato proclamado por Al Bagdhadi, en torno a 65.000 familiares directos de yihadistas han sido internados en campos de prisioneros. Por temor a una posible radicalización en los entornos sociales de sus países de origen, los gobiernos han retrasado hasta ahora sus repatriaciones.
Cuando lleguen a territorio nacional, serán juzgadas por la Audiencia Nacional, que les vincula con la Brigada yihadista Al Andalus, a la que pertenecían sus respectivos maridos. El Código Penal castiga estos delitos con penas de hasta cinco años de cárcel, aunque niegan haber participado o combatido y afirman que fueron engañadas por sus parejas en 2014 cuando viajaron al Califato.