Defensa
La ministra de Defensa visita a las tropas españolas y algunos de los proyectos de cooperación con los que colabora España.
Al pequeño Teo, un bebé de apenas unas semanas de vida, se lo encontraron hace 10 días, dentro un saco, abandonado junto a unos cubos de basura en Bamako, capital de Mali. El ladrido de unos perros fue lo que alertó a los vecinos. Desde entonces, el orfanato ASHED se hace cargo de él, junto a otros 101 niños abandonados y 14 cuidadores voluntarios.
Es uno de los proyectos en los que colaboran las tropas españolas desplazadas en Mali en misión de la Unión Europea. Les hacen llegar regularmente productos de primera necesidad, donados en algunos casos por familiares de los propios soldados, para que puedan alimentar y cuidar a los pequeños. Hoy, tras la visita de la ministra de Defensa y el Jefe del Estado Mayor, se han comprometido a reparar uno de los dos vehículos del centro, que está averiado. Es una de las peticiones que ha realizado la directora del orfanato, Kadia Dème, a Robles, al tiempo que expresaba su gratitud por la ayuda humanitaria prestada durante los últimos años por España.
Como detalle de agradecimiento, han bautizado al pequeño Teo en honor al JEMAD (Teodoro López) y a otra bebé Margarita, por la ministra Robles.
El orfanato ASHED ha sido solo una de las paradas en el viaje de 2 días que ha realizado Defensa a Mali. La ministra ha visitado también el centro de Hermanas María Inmaculada, que instruye a 95 mujeres y niñas con diversos talleres que les ayudan en muchos casos a encontrar luego salida laboral. También les dan clases de español.
Ya a nivel institucional, Robles se ha reunido con su homólogo maliense, el ministro de Defensa, Sadio Camara, sobre la misión la UE en el país. Actualmente, esta misión está mayoritariamente sustentada por España, que conforma el 75% del contingente, con 334 soldados. Robles ha expresado el interés de nuestro país en “abrirse al sur” y seguir colaborando de manera bilateral.
La situación geopolítica de Mali pasa por un momento complicado. En el norte del país, en pleno desierto, es prácticamente impracticable, con el Daesh y Al Qaeda, así como las tribus tuareg, moviéndose como pez en el agua. Mientras, la presencia de milicias privadas, sobre todo rusas -como el Grupo Wagner- ha ido en aumento. La Junta Militar, que gobierna en Mali desde el último golpe de Estado, ha facilitado esa presencia rusa, lo que incomoda en Europa, que tampoco ve con buenos ojos que aún no se hayan celebrado elecciones un año después del golpe militar.
Por este motivo, la misión de la UE -que se inició en 2013 tras la petición de Mali de ayuda para formar a sus tropas- ha ido perdiendo apoyos por parte de algunos países. Pero nadie quiere cerrarla. Por el momento, la misión continúa, aunque con el futuro a medio plazo sin concretar.
Hay tener en cuenta que Mali es una de las rutas más utilizadas por las mafias que trafican con personas hacia el Mediterráneo, rutas que comparten con grupos yihadistas.
La ONU también está presente, a través de la misión MINUSMA. Robles ha concluido su visita al país reuniéndose con el representante del secretario general de Naciones Unidas, El Ghassim Wane. La ministra le ha transmitido la posición de nuestro país, que es la de “no olvidarse del Flanco Sur”, ya que es clave en las relaciones entre Europa y África.