PUESTA EN ESCENA SENCILLA

El escenario del mensaje de Felipe VI fue una sala del Palacio de la Zarzuela amueblada para la ocasión

Cada año, además de las palabras, se analiza también el escenario elegido para el discurso navideño. Esta vez ha sido en una sala del Palacio de la Zarzuela, amueblada expresamente para la ocasión como si fuera un cuarto de estar.

Había un sofá rojo, dos mesas, dos lámparas, un belén y algunas fotografías. Son los elementos fundamentales de una puesta escena que pretendía ser sencillo y austero, evitando distraer al espectador de las palabras del rey. También intentaba mostrar cercanía. Cada uno de los objetos que rodean al rey fueron colocados especialmente para la grabación de este discurso.

Junto al sofá había 3 fotos. La primera reproduce el primer posado de la nueva familia real durante sus vacaciones en Marivent, en Mallorca, Al lado, la fotografía tomada en el avión en el que los reyes regresaban de un viaje oficial a América Latina.

Cuando el rey citó a su padre pudimos ver la otra escena elegida, el abrazo entre ambos tras la abdicación de Don Juan Carlos. Pero hay otros detalles como un sencillo belén traído de su residencia y que sustituyó a la antigua talla de madera que acompañaba a Don Ju Juan Carlos. En la  pared había un retrato de la Reina Letizia cuando tenía la edad de la princesa de Asturias

Son claras las  diferencias con los discursos de su padre, Don Felipe no habla desde el despacho de Zarzuela y sus fotografías son más personales. El año pasado Don Juan Carlos aparecía  junto a las víctimas del terrorismo y el anterior lo hizo acompañado de retratos familiares e institucionales.

El objetivo era que el discurso de 12 minutos fuera, en el tono y en las formas,  directo y cercano. Don Felipe fue expresivo, utilizó las manos para enfatizar las palabras  y felicitó las fiestas en todas las lenguas oficiales. Su familia estuvo  muy presente: en el discurso, en las fotografías y en la despedida.

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