RESULTADOS 26-J | PARTIDO SOCIALISTA
Pedro Sánchez ha resistido a la palabra de moda de la campaña electoral: 'sorpasso'. En las peores pesadillas del Partido Socialista estaba la tercera posición en el panorama político español, un lugar al que se habría visto relegado por primera vez en la historia. Pero la realidad ha pintado un escenario distinto.
El PSOE se acuesta esta noche del 26 de junio con 85 escaños, cinco menos que en diciembre, y un 22% de los votos. Una dulce derrota. El peor resultado de su historia, que a algunos les sabe a gloria cuando la expectativa era no sobrevivir al empuje de Unidos Podemos.
Movilizar al electorado tradicional del PSOE ha sido el eje de la campaña de Pedro Sánchez. "Sentid los colores", pedía en las decenas de actos de campaña que ha protagonizado a lo largo de la geografía española. Puerta a puerta y a base de llamadas telefónicas en una campaña bautizada como de "proximidad", el socialismo planteó que la abstención sería su peor enemigo en las urnas.
A pesar de que la participación ha sido similar a la de diciembre, el PSOE ha logrado mantener el segundo puesto y se ha visto beneficiado por la falta de crecimiento de la coalición Unidos Podemos, a la que las encuestas otorgaban hasta 92 diputados en sus versiones más optimistas.
Pese a resistir en segunda posición, el PSOE ha vuelto a obtener el peor resultado de su historia
Los socialistas han obtenido 5.416.612 votos, frente a los 5.545.315 del 20-D y los 5.041.346 que suma la coalición Unidos Podemos y sus confluencias territoriales. En las dos únicas comunidades en las que el PSOE ganó las elecciones generales hace seis meses, Andalucía y Extremadura, pasa en esta ocasión al segundo puesto, por detrás del PP, mientras que por provincias, sólo gana en Sevilla.
¿Pactar con Podemos o permitir gobernar al PP?
Mantenerse como segunda fuerza facilita al PSOE su postura en las negociaciones que comenzarán este lunes para intentar desbloquear la situación. En primer lugar, Pedro Sánchez recibe un balón de oxígeno sobre su liderazgo al haber conseguido resistir los envites que trataban de dejarle herido de muerte desde su izquierda.
Las negociaciones con Podemos se plantean con los mismos matices que en diciembre. Los 71 escaños de la coalición liderada por Pablo Iglesias no servirían para sumar una mayoría absoluta con el PSOE sin contar con los partidos nacionalistas. Las líneas rojas que planteó Sánchez en diciembre (no al referéndum catalán y no al pacto con nacionalismos) volverían así a repetirse, quedando bloqueada de nuevo la opción de formar un gobierno de izquierdas.
Sánchez podría volver a intentar de nuevo un pacto a tres con Unidos Podemos y Ciudadanos, una opción poco probable por el veto mutuo que Rivera e Iglesias han dejado en evidencia estos meses.
Por otro lado, Sánchez podría desbloquear la situación permitiendo un gobierno de Mariano Rajoy, que sale reforzado en estos comicios al crecer 14 escaños. Sería esta la opción apoyada por un sector del PSOE que se ha posicionado durante estos últimos meses en contra de dar alas al partido de Iglesias.