EN BARCELONA
El Rey no ha sido recibido por ningún representante de la Generalitat, el Parlament y la Alcaldía de Barcelona a su llegada al Palau de la Música, donde le han acompañado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Industria, Álvaro Nadal.
En su primera visita a Cataluña desde hace seis meses, Felipe VI ha acudido al Palau de la Música para presidir la cena de bienvenida a los participantes en el Mobile World Congress, organizada por el Comité Ejecutivo de la asociación GSMA, que agrupa a los principales operadores de telefonía del mundo, y la Fundación Mobile World Capital Barcelona, que preside la alcaldesa Ada Colau.
Tanto Colau como el presidente del Parlament, Roger Torrent, asisten a la cena, pero anunciaron ayer que no participarían en el recibimiento al Rey en la entrada al Palau de la Música, mientras que los cargos de la Generalitat invitados decidieron no acudir siquiera a la cena, al igual que los representantes municipales de ERC y la CUP.
Hasta la entrada del Palau de la Música llegaba el ruido de caceroladas procedentes de edificios cercanos, así como los pitidos de silbatos y las consignas coreadas por manifestantes antimonárquicos e independentistas concentrados detrás de las vallas de seguridad en la acera opuesta de Via Laietana.
Sáenz de Santamaría ha llegado junto a don Felipe al Palau, donde han dado la bienvenida al Monarca el ministro Álvaro Nadal, el delegado del Gobierno en Cataluña, Enrico Millo, y el director general de GSMA, Mats Granryd.
Ya en el vestíbulo, han saludado al Rey una docena de invitados, entre ellos la alcaldesa de L'Hospitalet -municipio que alberga el MWC-, Nuria Marín, y el director general de la Fundación Mobile World Capital Barcelona, Carles Grau, junto al presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, el ministro egipcio de Comunicaciones, la ministra paquistaní de Información y el embajador de China.