BUSCANDO EL VOTO DE IZQUIERDAS
Pedro Sánchez quiere atraer a los votantes de Podemos, dice que se siente próximo a ellos y no de sus dirigentes, pero marcando él el ritmo: "No apoyo la moción porque no dan los números".
Desde Podemos dicen estar dispuestos a colaborar con el PSOE, aunque saben lo que hay en juego: sus propios votantes. Al ser preguntado por las palabras de Sánchez, que podrían ser una declaración de guerra, Íñigo Errejón responde que "no, pero obras son amores y no buenas razones".
Sánchez quiere mantener la misma estrategia que en estas primarias le ha devuelto las llaves de Ferraz. Es decir, alejarse del centro: "Un Partido Socialista situado otra vez en la izquierda" porque, entre otros motivos, los suyos le acusaron de acercarse demasiado a Podemos. En palabras del presidente castellano-manchego García Page: "El PSOE no quiere gobernar a cualquier precio".
Ahora Sánchez busca gobernar y evitar el 'sorpasso' de Podemos. La pelea entre Iglesias y él no es nueva. Empezó con su frase: "No pacto con populistas", pasó por "trabajaré codo con codo con Podemos" y tuvo momentos de inflexión, como cuando Iglesias se propuso como vicepresidente de un gobierno con los socialistas. Ahora los dos se observan con recelo.
En público se respetan, pero la pelea existe. La prueba: un documento interno de Podemos hace pocos días donde se asume que con la vuelta de Sánchez ellos tendrán que cambiar su estrategia política.