ASÍ LO VIVIMOS
Artur Mas, entonces presidente de la Generalitat, planteaba la consulta un nueve de noviembre, el 9-N con dos preguntas: "¿Quiere que Cataluña sea un Estado?" y "En caso afirmativo, ¿quiere que Cataluña sea un Estado independiente?". Oriol Junqueras, presidente de ERC, aceptó la fórmula planteada por Mas aunque considerase que no era la idónea; él quería un planteamiento más directo, un sí o un no por la independencia, tal y como se había formulado en Escocia.
El presidente de la Generalitat calificó de éxito la jornada con un total del 80,76 por ciento de votos a favor del sí a las dos preguntas. La consulta contó con una participación de 2,3 millones de personas. Los que dijeron sí a la primera pregunta y no a la independencia de Cataluña, sumaron un 10,7 por ciento. Por otro lado, un 4,54 por ciento votó a favor del no. Estos datos, provistos por el Govern, se obtuvieron bajo un censo en el que pudieron votar mayores de 16 años e inmigrantes sin derecho a voto en los comicios.
Casi tres años más tarde estamos en un paso más en el desafío independentista: el pasado 1 de octubre se celebraba el referéndum ilegal suspendido por el Tribunal Constitucional. La votación tendría una participación inferior a la del 9-N con un 58 por ciento de abstención, según las propias cifras del Govern. Por otro lado, la consulta celebrada el 9 de noviembre de 2014 no trató de ser impedida por el Gobierno, simplemente se consideró como no vinculante.