Estado de alarma
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, no ha querido alimentar la polémica sobre la aplicación del estado de alarma y sus diferentes interpretaciones, que ha llevado a que cada comunidad tome unas medidas distintas. Sí ha dicho que no permite aplicar la medida de los confinamientos domiciliarios que algunas comunidades autónomas como Castilla y León o Cataluña ya se están planteando si la situación de la pandemia del coronavirus empeora.
No está obsoleto
Illa ha defendido en varias ocasiones que el marco legal que ofrece el estado de alarma que será prorrogado hasta el 9 de mayo, tal y como se aprobó en el Congreso, "no va a quedar obsoleto ni está ya obsoleto". Pero añade que el ministerio no tiene que decidir nada sobre su aplicación, que eso corresponde a las comunidades.
No hay guerra
El debate lo ha provocado sobre todo la última decisión de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Ha agradecido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que haya accedido a su petición de cerrar la Comunidad de Madrid por días, solo durante los puentes de Todos los Santos y La Almudena, y ha aclarado que "no ha habido ningún triunfo porque porque no hay ninguna guerra". Ha señalado que "no es una guerra de Ayuso con Sánchez ni de Sánchez con Ayuso, sino que es la defensa de la política sanitaria que hemos venido poniendo en marcha hasta aquí y que está funcionando". Dicen que el decreto no especifica si la semana de plazo de los confinamientos tiene que ser de siete días seguidos.
Si hubiera pasado con nacionalistas...
No piensa lo mismo el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que en una entrevista en 'Espejo Público' ha reclamado más liderazgo nacional y ha ironizado con el cierre por días de Madrid, criticando además que por parte del Gobierno central se haya permitido este movimiento, dando por hecho que si un confinamiento similar hubiera sido permitido a gobiernos nacionalistas, mucha gente estaría "poniendo el grito en el cielo y con la bandera -de España- detrás".