NO ACLARA SI HA VULNERADO LAS NORMAS DEL PARTIDO
"Hasta aquí he podido llegar", ha afirmado Biel Barceló al explicar que en su decisión de dimitir como vicepresidente del Govern balear y conseller de Turismo por viajar invitado a la República Dominicana también han influido las crisis previas en su departamento por los casos Contratos y Cursach.
"Ha habido una gran presión y un gran desgaste, y eso se ha ido acumulando", ha señalado Barceló, quien sobre sus vacaciones en Punta Cana pagadas por Globalia ha insistido en que las aceptó "a título personal" como colaborador de un programa deportivo.
Aunque los códigos éticos del Govern y de su partido, MÉS per Mallorca, prohíben recibir regalos que cuesten más de 50 euros, el dimisionario ha eludido aclarar si, a su juicio, ha vulnerado esas normas.
No obstante, ha subrayado que ha asumido la responsabilidad de "no calibrar" las consecuencias de su viaje y ha renunciado al cargo porque su permanencia sería negativa tanto para el Govern de coalición (formado por PSIB y MÉS per Mallorca, con el apoyo externo de Podemos y MÉS per Menorca) como para el "proyecto político" de MÉS per Menorca.
En su última comparecencia como vicepresidente, ha manifestado que ni la presidenta autonómica, Francina Armengol, ni la ejecutiva de su partido le han pedido la dimisión porque él se adelantó presentándola. "Lo mejor era que dimitiera", porque las críticas en su propio entorno político, de los socios de Podemos, y de toda la oposición por el viaje invitado al Caribe "hacían daño al proyecto", ha incidido Barceló.
Acompañado por buena parte de su equipo, el conseller de Innovación, Investigación y Turismo ha elogiado la gestión del Govern en general y sus propios logros, entre los que ha apuntado la implantación del impuesto sobre estancias turísticas, la regulación del alquiler vacacional y los avances en innovación e investigación, objetivos que por sí solos "justifican una legislatura".