Villarejo
El excomisario Villarejo llevaba más de 3 años en prisión preventiva. Este jueves ha acudido a la Audiencia Nacional a declarar un día después de su salida de la cárcel por cumplir con el máximo tiempo legal. Entre sus declaraciones, asegura que está dispuesto a desenmascarar a todos los implicados y denuncia que le "miraran el esfínter" para ver si tenía un teléfono móvil escondido.
Villarejo ha llegado a la Audiencia hoy para declarar por varias piezas del caso Tándem sobre las que está siendo investigado. "Sí, por supuesto, voy a declarar", fueron las primeras palabras de Villarejo a la salida de la prisión de Estremera para añadir: "Verán ustedes que será muy interesante lo que voy a declarar".
Y así lo ha hecho. En sus palabras, dirigidas a los medios de comunicación, el excomisario ha asegurado que "no voy a ir contra nadie, solo a defenderme", añadiendo después en un tono amenazador que, "por supuesto, voy a desenmascarar a todos, ningún secreto aguanta tiempo, ya lo verán ustedes".
También ha hecho referencia a su estancia en la cárcel, criticando que le han puesto "en pelotas mil veces", llegando incluso a "mirarme el esfínter para ver si tenía un teléfono".
"Es alucinante estar en una celda de 5 metros cuadrados, con todas las comunicaciones intervenidas y de pronto decir que 'Villarejo filtra'", añadía a su discurso.
El caso Tándem
Este jueves es la primera vez que Villarejo comparece ante el juez en libertad. Sobre su espalda arrastra más de una treintena de piezas abiertas, pero se llegó a decretar el pasado miércoles su puesta en libertad por la imposibilidad de juzgarle antes de noviembre, cuando se cumple el límite máximo de 4 años desde que se decretó su prisión preventiva.
"Lo único que quiero es defenderme", abundó Villarejo a las puertas de la prisión madrileña mientras salía, donde dejó claro que sigue confiando en la Justicia. "Es la única razón por la que me han tenido preso, para que no hablara".
Concretamente, la cita de este jueves con la Audiencia Nacional está relacionada con la piezas 26 y 29 del caso Tándem, operación por la que fue detenido en noviembre de 2017.
Acumula casi una treintena de investigaciones por presuntos encargos de espionaje para los que fue contratado y que cuenta, entre sus imputados, con ex altos cargos de grandes empresas y bancos.
En la 29 se investiga si dos abogados acudieron al excomisario cuando aún trabajaba para la Policía para que rastrease al empresario Joaquín Molpeceres por más de 400.000 euros