DESDE CHILE
El presidente de Unió Democrática de Cataluña (UDC), Josep Antoni Durán i Lleida, dijo hoy que sabe que en estos momentos resulta incómodo para muchos por su postura en el debate soberanista de Cataluña, pero recalcó que no piensa dimitir por el "caso Pallerols".
"Sé que hago estorbo, sé que en estos momentos más que nunca, debido al debate político Cataluña-España, soy criticado por unos y por otros al margen de estas cuestiones", comentó en alusión al caso Pallerols, sobre financiación irregular de su partido.
"Sé que haría feliz a mucha gente, pero no tengo intención de hacerles feliz por esta cuestión", ironizó el líder de Unió. "Yo no pienso dimitir, de ninguna de las maneras", reiteró, en declaraciones en Santiago de Chile, donde asiste a un foro de la democracia cristiana.
Respecto al debate soberanista en Cataluña, Durán i Lleida dijo a Efe que es necesario que el texto que votará el Parlamento catalán el próximo día 23, cuyo borrador establece que "Cataluña es sujeto político y jurídico soberano", sea consensuado también con los opositores Partido Socialista (PSC) e Iniciativa per Catalunya.
El líder de UDC llegó ayer a Santiago de Chile para reunirse con dirigentes democristianos y participar en un seminario sobre la repuesta del humanismo cristiano a la economía de mercado. Durán i Lleida tenía previsto ser recibido este viernes en el Palacio de La Moneda por el presidente Sebastián Piñera, pero finalmente la cita se suspendió. Respecto a las peticiones de dimisión por parte de otras fuerzas políticas, Durán i Lleida respondió que "los partidos tienen derecho a exigir lo que quieran".
"No voy a entrar a polemizar con el resto de los partidos, que sepan que tengo la conciencia muy tranquila, porque sé que no ha habido acusación de financiación irregular", subrayó. Admitió que en su día se comprometió a renunciar a su cargo si se demostraba que había habido financiación irregular. "Pero como no la hay, no tengo por qué dimitir", aseguró.
El "caso Pallerols" se refiere al desvío de unos 385.000 euros que estaban destinados a subvenciones públicas para la formación de desempleados. Al conocerse el escándalo, UDC abrió una investigación y expulsó a los implicados y esta semana llegó a un acuerdo con el fiscal para devolver el dinero.
"Las responsabilidades políticas están más que asumidas. En su día el partido creo una comisión de personas externas a él, asumió sus conclusiones y expulsó a gente que (luego) ha sido procesada y condenada", explicó Durán i Lleida. "Unió no ha tenido ninguna acusación de financiación ilegal, en absoluto. Personas de Unió que fueron expulsadas sí tuvieron alguna responsabilidad", insistió. El también portavoz de CiU en el Congreso precisó que "hay que distinguir entre la responsabilidad civil subsidiaria (asignada a UDC por la fiscalía) y una acusación penal".
"Mi partido no ha hecho nada para que se le impute en ningún un proceso. El acuerdo con el fiscal admite que Unió Democrática compense económicamente ese daño, cosa que debería valorarse, porque no conozca a ningún partido que haya devuelto el dinero", recalcó. Duran i Lleida recordó que "el (entonces) presidente del consejo nacional del partido, que era consejero de Trabajo del Gobierno catalán, dimitió. Por lo tanto -dijo-, ya están asumidas las responsabilidades políticas".