AFIRMAN QUE LES DEJARON SOLOS
En un documento que está circulando por las redes sociales, los mossos "no independentistas" dicen sentirse "peones en manos de la Generalitat y del mayor Trapero", a quien tachan de "cobarde". "Nos utilizaron y han hecho que seamos señalados como traidores por muchos españoles y por el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil", indican.
En la carta, de apenas una hoja y con el membrete de los Mossos a un lado y la bandera de España al otro, los firmantes dicen que pecaron de "ingenuos". "Nuestros mandos afirmaron que acatarían las órdenes de los jueces, y así lo creímos. Mintieron. Prepararon un operativo policial fraudulento, pensado para que los mossos independentistas se sintieran en su salsa y para que, los que no lo somos, nos encontráramos en la más absoluta incapacidad para actuar, sin importar nuestra convicción nacional, nuestras raíces, ni nuestro juramento con la legalidad vigente".
Denuncian que nada más "empezar el turno" se les abandonó "por parejas, sin coche policial y sin siquiera una emisora por agente". "De pie, más solos que la una, frente a centros de votación que ya hacía horas que estaban ocupados por centenares de personas sin que se hubieran tomado medidas para impedirlo previamente y sin necesidad del uso de la fuerza", explican. Asimismo, señalan que los días previos estuvieron "rellenando actas inútiles, a propósito, con destino a la Fiscalía" para mantenerles "entretenidos".
Lamenta que Policía Nacional y Guardia Civil "que venían para ayudarnos, se encontraron solos". "Nuestra unidades vulgarmente conocidas como antidisturbios desaparecieron y cuando actuaron fue para hacer un paripé indigno de simulacro de desalojo". De hecho, confiesan que recibieron "órdenes de informar" si observaban "movimiento inusual de vehículos de CNP y GC". "Nos sentíamos espías a sueldo de la Asociación Nacional Catalana (ANC) y nos negamos a acatarlas", afirma.
Por último, cargan contra el mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero, de quien dicen que "si no fuese un cobarde habría dicho abiertamente que pensaba desobedecer a los tribunales" y con ello "habría salvaguardado el buen nombre del cuerpo en toda España". Sin embargo, "simuló cobardemente obedecer a los tribunales, permitiendo de facto la ocupación de los centros de votación y dirigiendo un dispositivo policial y tardío sin medios suficientes para permitir el referéndum" y para que "la intervención de la Policía y Guardia Civil fuera espectacular, contundente, pero inútil. Se les dejó vendidos, y a nosotros también".