SE LEVANTA EL SECRETO SUMARIAL DEL CASO
Al conseguidor, Juan Lanzas, le entregaban sobres con dinero en las mismas puertas de la Junta de Andalucía o en bares cercanos. Luego él entraba en la Consejería de Empleo y realizaba las gestiones para conseguir ayudas.
La buena relación que tenía con el exdirector de Trabajo, Francisco Javier Guerrero, era determinante, según el sumario.
Parte del dinero que conseguía Lanzas, se lo llevaba a sus padres: 20.000 e incluso 25.000 euros cada semana. "Tanto que no se podía contar", le dijo su padre a los guardias civiles que registraron su casa en Jaén.
La madre del conseguidor presumía de que su hijo "tenía dinero como para asar con él una vaca entera" y que tenía también "una habitación llena de jamones de pata negra".
Según el sumario instruido por la jueza Alaya, parte de las abultadas comisiones y de todo el dinero que se movía de forma ilícita en torno a los EREs terminaba en Rumanía, Luxemburgo y en paraísos fiscales, después de pasar por intrincadas operaciones financieras.
En un informe de la Guardia Civil que consta en el sumario se establece cuál era el mecanismo del fraude, quiénes participaban y de qué forma.
También se dice que la Junta de Andalucía tendría un papel importante en el desvío de dinero porque "era quien finalmente accedía a la realización de los EREs y a la concesión de las ayudas. En el sumario, el chófer de uno de los principales acusados implicaba al dirigente socialista Gaspar Zarrías. Sus compañeros defienden su presunción de inocencia.
Los populares invitan a los socialistas a que muestren sus cuentas. Y les piden una mayor colaboración con la Justicia.