Podemos
Dina Bousselham, exasesora de Podemos, cambia su declaración inicial, se retracta y exculpa ahora a Pablo Iglesias de los daños que sufrió la tarjeta de su móvil después de que se lo robaran en 2015. Ahora, en una carta remitida a la Audiencia Nacional y en concreto al juez que investiga el conocido "caso Villarejo" asegura que cuando Iglesias se la entregó funcionaba pero que poco después dejó de hacerlo.
La carta
"Respecto de la meritada tarjeta samsung 32, en la que se encontraban archivos originalmente contenidos en mi teléfono móvil, y que aporté en su día a este Juzgado, debo decir que inicialmente cuando se me entregó, funcionaba, y comprobé que en su interior estaban contenidos de mi teléfono" expone en su carta al magistrado Manuel García Castellón.
García Castellón expulsó a Iglesias de esta causa a petición de la Fiscalía Anticorrupción después de que Bousselham declarara de nuevo el pasado 18 de mayo y asegurara que la tarjeta de memoria estaba dañada cuando el líder de Podemos se la devolvió seis meses después de recuperarla tras aparecer en Interviú, mientras que este afirmó ante el juez que funcionaba cuando se la entregó.
Ahora, en esta carta, la exasesora relata que cuando la recibió de manos de Iglesias accedió "a los elementos de naturaleza más personal" con el fin de proteger su intimidad, su vida familiar y su relación de pareja, si bien precisa: "no contrasté ni analice todo su contenido".
Tiempo después -prosigue- cuando volvió "a tratar de acceder a ella, dejó de funcionar, pudiendo quedar la misma afectada".
Fue en ese momento, explica, cuando trató de recuperar su contenido "por mero interés personal, previo a ninguna cuestión judicial (...) y lo que sería la posterior aparición en un registro (el del domicilio del excomisario José Villarejo) de los mismos materiales con igual origen en mi teléfono móvil".
"Es por ello que tratando de recordar hechos tan convulsos y problemáticos para mi personalmente, he indicado que nunca pude acceder a dicha tarjeta, en la medida en que nunca tuve conocimiento o acceso sobre la totalidad del contenido de ésta", trata de aclarar la exasesora, que comienza su escrito advirtiendo que no ha podido revisar la última declaración "realizada en fecha pasadas por no estar a disposición de las partes aún".
Dice que no ha caído en contradicciones
Bousselham, que ahora dirige una publicación digital, ha reaccionado con esta misiva a la decisión del juez de retirar al vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, su condición de perjudicado en esta pieza del caso Villarejo, la número 10.
De este modo, Bousselham, en contra de lo que opina el juez, considera no haber caído en contradicciones en la última declaración que prestó el 18 de mayo sobre el estado en que se encontraba la tarjeta del móvil cuando la recuperó y se ofrece al juez a ratificar ante él la versión que ahora ofrece para "evitar malentendidos".
"Quiero declarar por escrito y con ofrecimiento de ratificación ante el propio Juzgado, que a mi humilde entender creo no se trata tanto de haber realizado declaraciones contradictorias sino haber respondido a lo que entendía se me preguntaba en cada ocasión" y añade que algún contenido de su tarjeta, que según recuerda se ha demostrado que obraba "en poder de terceras personas", ha sido publicado, y eso, le indica al juez, le "ha provocado problemas personales y familiares habiendo sido yo víctima tanto del robo de información íntima como de exposición pública injustificada".
"Ahora me encuentro ante una situación ajena al origen del presente procedimiento y a la realidad material del mismo" se lamenta.
La investigación judicial
El juez del caso Villarejo ha pedido un "análisis técnico" de la documentación aportada por la exasesora de Podemos Dina Bousselham relativa al intento de reparar la tarjeta de su móvil.En una providencia, el juez Manuel García Castellón se dirige a la Unidad de Asuntos Internos de la Policía para que practique esta nueva diligencia en el marco de la pieza número 10 del caso Tándem, en la que se investigan posibles actos de espionaje del excomisario José Villarejo en contra de Podemos y de su líder, Pablo Iglesias.