INFORMAN FUENTES POLICIALES
El director de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle, ha presentado su dimisión ante el nuevo conseller de Interior, Joaquim Forn, a dos meses y medio de la fecha anunciada por el Gobierno catalán para la celebración del referéndum de independencia del 1-O, según han informado fuentes policiales.
Batlle, un ex alto cargo del tripartito que siempre ha defendido que los Mossos d'Esquadra deben ser políticamente neutrales e imparciales y que la policía catalana debe cumplir y hacer cumplir la ley, ha renunciado al cargo de director político de la policía catalana, al que accedió el 10 de junio de 2014, en sustitución de Manel Prat.
En un mensaje remitido a todos los agentes del cuerpo anunciando su dimisión, Batlle se muestra convencido de que "en los actuales momentos de la vida del país", en el que el gobierno catalán plantea un referéndum de independencia para el 1-O, la policía catalana "seguirá perseverando" en su "misión de defensa de la seguridad y del bienestar" de los ciudadanos. "Y lo hará, como siempre, con escrupuloso respeto y sujeción a la ley", agrega el hasta ahora director de los Mossos, que sigue los pasos del exconseller Jordi Jané, que dejó el gobierno catalán el pasado viernes.
En su despedida, Batlle muestra su agradecimiento a todo el personal de la Dirección General, a los mandos y a todos los miembros de los Mossos d'Esquadra por su "abnegada entrega a la misión que tienen encomendada al servicio del pueblo de Cataluña". Además, agradece en el escrito la confianza que depositó el gobierno catalán al nombrarle, a la que espera haber correspondido con "dedicación y lealtad". Horas después de asumir el cargo de conseller de Interior, Forn garantizó el pasado viernes que los Mossos facilitarán que el referéndum que el Govern planea para el 1 de octubre se desarrolle "con normalidad", como hacen a su juicio las policías de todo el mundo en una jornada electoral.
Al día siguiente, Forn, que a diferencia de Jané es un conseller nítidamente independentista, desveló que ya había hablado con Batlle, a quien sectores de ERC y la CUP veían con reticencias al dudar de su compromiso con el proceso soberanista, y que no descartaba hacer cambios en la estructura de su departamento. De hecho, a siete días de la consulta del 9N de 2014, Batlle remitió un escrito a todos los agentes de los Mossos d'Esquadra en el que les recordaba su obligación de "actuar con neutralidad política e imparcialidad", incluso cuando estuvieran fuera de servicio, ante los "acontecimientos políticos y sociales" que vive Cataluña. Nacido en Barcelona en 1953 y licenciado en derecho por la Universidad de Barcelona, Batlle fue concejal socialista de deportes en el Ayuntamiento de Barcelona y secretario general de Servicios Penitenciarios durante el gobierno tripartito, integrado por PSC, ERC e ICV, que llegó al cargo procedente de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), desde donde 2011 ejerció como director adjunto.
La trayectoria de Batlle, abogado de profesión, ha estado ligada al PSC desde que en 1983 inició su trayectoria política como concejal del Ayuntamiento de Barcelona, donde se dio a conocer especialmente como concejal de deportes, aunque también ejerció labores de urbanismo, turismo, servicios funerarios, educación y servicios sociales. Con la llegada en 2003 del tripartito a la Generalitat, tras 23 años de gobierno de Jordi Pujol (CiU), Batlle saltó al otro lado de la plaza de Sant Jaume, donde fue nombrado secretario de Servicios Penitenciarios, Rehabilitación y Justicia juvenil, órgano adscrito al departamento de Justicia.
En septiembre de 2011, Batlle fue nombrado subdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), en la que se ha mantuvo hasta su nombramiento como director de los Mossos d'Esquadra, donde se incorporó cuando el conseller era el democristiano Ramon Espadaler.