Concentraciones en Ferraz
En el PSOE insisten en que los hechos pueden ser constitutivos de un delito de odio. Sin embargo, los juristas no lo tienen tan claro, ya que en el Código Penal de España no existe ese concepto.
Continúa la polémica por la manifestación organizada por el grupo 'Revuelta', un grupo de la órbita de Vox, frente a la sede del PSOE en Nochevieja, en la que ahorcaron y apalearon un muñeco que representaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Este mismo lunes, los socialistas anunciaron que emprenderían acciones legales contra los participantes y convocantes por lo que consideran un delito de odio, y la Policía ya ha llamado a declarar al organizador.
Desde el partido socialista se cargó contra la formación liderada por Santiago Abascal, pero también contra el Partido Popular, al que acusa de alimentar este tipo de protestas. "La responsabilidad política está en frenar esto", ha expresado el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López, "y por eso le decimos al PP que rompa, que todavía no ha salido a condenar lo que sucedió".
No obstante, el propio Abascal también ha disparado contra los populares, y más directamente contra Alberto Núñez Feijóo. "El señor Feijóo es el responsable de una campaña de demonización de Vox", ha escrito en su cuenta de 'X', antes conocida como 'Twitter', "y será el responsable (con el aplauso de Ferraz) del acoso que sufrirá Vox".
Uno de los que sí ha hablado del PP sobre lo ocurrido en Ferraz es el diputado Rafael Hernando, que califica la escena de "deleznable" para luego lanzar un dardo a los socialistas por acciones similares contra el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y el rey Felipe VI. "Lo del muñeco frente a Ferraz es tan deleznable como lo de aquellos q simulaban guillotinar a Mariano Rajoy o al rey", ha expresado en 'X', "lo malo es q los q sonreían en silencio antes y ahora son víctimas, buscan penalizar lo suyo mientras despenalizan las injurias a la Corona, o enaltecer a ETA".
En el PSOE insisten en que los hechos pueden ser constitutivos de un delito de odio. Sin embargo, los juristas no lo tienen tan claro, ya que en el Código Penal de España no existe ese concepto. Es decir, odiar no es un delito. En cambio, lo que sí señala como punible el artículo 510, con penas de hasta cuatro años, es "incitar directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra grupos o personas" por motivos de raza, sexo, religión o ideología. "En España, odiar no es delito", explica el abogado penalista Guillermo Chaverri, "puede ser reprochable, pero entra dentro de la esfera moral y de la ética de cada ciudadano".
Sin embargo, cabe añadir un matiz muy relevante. La jurisprudencia solo admite este tipo de delitos cuando se cometen contra víctimas que pertenecen a un colectivo vulnerable, como podría ser el caso de los Menores Extranjeros No Acompañados (MENA). En septiembre, se condenó a siete personas en Melilla por publicar mensajes racistas contra los menas en las redes sociales.
Por tanto, en el caso en que el objetivo de esas acciones no se considere vulnerable, lo más habitual es que la denuncia como delito de odio se archive. Dentro de este grupo entran partidos políticos, el presidente del Gobierno, el rey o incluso colectivos como las fuerzas de seguridad.
De esta manera, lo que sucedió en Ferraz en Nochevieja pertenecería a este segundo grupo. De hecho, no es la primera vez, ni mucho menos, que sucede algo así. Felipe VI, en una de sus visitas a Cataluña, fue recibido por los CDR con un muñeco ahorcado en la carretera simulando al monarca. De igual forma, surgió un vídeo muy polémico de un hombre dando tiros con su escopeta a dianas con fotos de políticos como Sánchez, Irene Montero o Pablo Iglesias. Aun así, todo ello terminó en nada.