HASTA 97 MENSAJES POR MINUTO
El primero que entraba en el hemiciclo era el perro policía encargado de comprobar que todo estaba en orden. Después, llegaban los diputados, aunque no siempre era fácil sortear a los innumerables periodistas acreditados. Llegaban también las visitas a la tribuna de invitados, entre ellos la mujer del presidente del Gobierno.
Un minuto antes de que comenzara el debate se producía en Twitter el momento de oro, hasta 97 mensajes por minuto relacionados con el debate sobre el estado de la nación. Las redes sociales servían para anticipar medidas y estrategias. Rubalcaba anunciaba su llegada y el equipo del presidente anunciaba reformas.
Entre tanto, las inmediaciones del Congreso estaban “tomadas” por las fuerzas de seguridad. Todo aquel que no viva o trabaje junto al Congreso tiene que dar la vuelta. Vías como la Carrera de San Jerónimo están cortadas.