en un acto que ha congregado a más de 4.000 personas
La CUP ha llamado a defender y "custodiar" desde "ya" los colegios de votación del referéndum del 1 de octubre para que las fuerzas de seguridad se encuentren con un "muro humano", y ha señalado que la consulta es vinculante, por lo que el día 4 debe proclamarse la independencia si gana el 'si'.
La portavoz de la CUP en el Parlament, Anna Gabriel, y el exdiputado David Fernández han protagonizado el acto final de campaña del referéndum del 1 de octubre, suspendido por el Tribunal Constitucional, en el barrio del Poblenou de Barcelona, que ha congregado a más de 4.000 personas. Gabriel y Fernández han hecho un llamamiento a los catalanes para "defender" los centros de votación de la "censura" del Estado y para "custodiarlos desde hoy mismo si hace falta" antes de su precinto ordenado por la justicia, previsto para mañana por la noche.
En este sentido, Gabriel ha pedido a la Asamblea Nacional Catalana y a Òmnium Cultural que envíen a sus miembros a "defender los colegios desde ya", mientras que Fernández ha augurado que las fuerzas de seguridad se encontrarán el "domingo de madrugada con un muro humano a la intemperie contra el fascismo y contra los que nos quieren callados": "El domingo los desautorizaremos con nuestra desobediencia y los desarmaremos con nuestra revuelta pacífica y serena", ha agregado el exdiputado.
Gabriel, además, ha lanzado un mensaje al Govern y a los diputados del PDeCAT que puedan "recoger las migajas" del Congreso: el referéndum es vinculante, por lo que si gana el 'sí' el día 4 de octubre debe proclamarse la independencia de Cataluña. "Si algunos líderes tienen la tentación de traicionar al pueblo se encontrarán con una trinchera de resistencia", ha alertado la portavoz de la CUP en la cámara catalana, quien ha rechazado así con contundencia los "diálogos estériles" con el Estado después del 1 de octubre.
La portavoz de los anticapitalistas ha recriminado a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que hable de choque de trenes en la carta que ha enviado a varios alcaldes europeos para que medien ante la situación de Cataluña: "Esto no es un choque de trenes, hay urnas contra armas, hay clamores contra amenazas. No es un choque de trenes, es una revuelta política amenazada por un Estado muy poderoso" esto es "David contra Goliat", ha dicho.
Gabriel ha criticado al Gobierno del PP y, en concreto, a la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría, a la que le ha dicho que es legítimo ser de "derechas y españolista", pero que el "limite está en perpetrar un golpe policial" como el que a su juicio se está produciendo en Cataluña.