17 DE AGOSTO DE 2017
El bullicio de Las Ramblas se detuvo el 17 de agosto a las 16:50 horas. Una furgoneta blanca entraba a toda velocidad en el paseo barcelonés y arrollaba a la multitud. Detrás de sí dejaba un reguero de sangre y pánico a partes iguales.
Las imágenes a las que hemos tenido acceso más tarde muestran a Younes Abouyaaqoub, el terrorista que conducía el vehículo, deteniéndose a la altura del mosaico de Miró y huyendo, pasando desapercibido en medio del caos. Logró llegar hasta la zona universitaria, donde localiza al cooperante Pau Pérez, lo apuñala y le roba el coche. En su huida se salta un control policial y arrolla a una agente. Los Mossos encontrarían el coche en San Just Desvern, pero el conductor consiguió escapar.
Su búsqueda se prolongó durante cuatro largos días hasta que una vecina lo localiza en unos viñedos de Subirats y es abatido. Su ataque dejó 15 muertos.
Con el paso de las horas, la ciudad condal trata de asimilar lo ocurrido, mientras que otros cinco integrantes de la célula yihadista se hacen con cuchillos y un hacha en una estación de servicio. A la una de la madrugada irrumpen en el paseo marítimo de Cambrils, donde matan a la décimo sexta víctima de los atentados. Todos los terroristas son abatidos por la Policía.
El lugar de la tragedia se llena de muestras de condolencias y Barcelona sale a la calle con un grito unánime para seguir adelante.