puede optar por tres vías
La Audiencia territorial de Schleswig-Holstein ha considerado procedente la entrega del expresidente catalán y líder independentista Carles Puigdemont a España por malversación de fondos públicos pero ha rechazado el cargo de rebelión.
Ahora, el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, puede optar por tres opciones diferentes. La primera vía es aceptar que Puigdemont se entregue a España y sólo sea juzgado por malversación, lo que significa que se enfrentaría a menos delitos que sus subordinados, ya que a él se le podría imponer una pena de hasta ocho años de prisión y a los exconsellers de hasta 30.
La segunda vía es retirar la euroorden de modo que Puigdemont no correría el riesgo inmediato de ser entregado si permaneciera en Alemania, pero si viajara a otro país se podría reactivar la petición de entrega para que la resolvieran esos nuevos tribunales. Además, en cuanto pisara España, sería detenido y entonces sí se le podría juzgar por rebelión.
La tercera vía es llevar el asunto ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea para consultar si los jueces alemanes han actuado correctamente al entrar en el fondo del asunto.