tras el resultado de las elecciones andaluzas
La ejecutiva de Podemos se reúne este martes todavía en 'shock' por las elecciones andaluzas en las que con la marca Adelante Andalucía y en coalición con IU han perdido 3 escaños, lo que más allá del análisis sobre el ascenso de Vox, también les hará repensar estrategias para enmendar errores. Lo primero que ha hecho el líder del partido, Pablo Iglesias, ha sido llamar a la "alerta antifascista" a todos los movimientos progresistas y apelar a la unidad de las fuerzas que apoyaron la moción de censura contra el PP, incluidos los independentistas, para forjar una alianza democrática que sirva para frenar el avance de la "extrema derecha".
Pero a la interna el fracaso electoral de Adelante Andalucía ha abierto una nueva crisis, en la que algunas voces piden repensar la estrategia de cara al próximo ciclo electoral de las autonómicas, municipales y europeas. De momento, Anticapitalistas, la corriente a la que pertenecen la líder andaluza, Teresa Rodríguez; el alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi, y el eurodiputado y miembro de la ejecutiva estatal, Miguel Urbán, ha lanzado un ultimátum a Pablo Iglesias. Exigen a la dirección que suspenda las primarias que ha convocado para elegir las listas al Congreso y el Senado y ratificar a Iglesias como candidato a La Moncloa, y de no hacerlo advierten que no se presentarán a ese proceso que creen que sólo conducirá a una "inercia suicida".
"No es el momento para el enésimo proceso interno tedioso para seguir ahondando en la dinámica de desafección y desgarros internos. Más aún cuando la urgencia de una posible convocatoria de elecciones parece alejarse", denuncian al tiempo que exigen una "reflexión crítica urgente a Podemos y a todo el bloque del cambio" y movimientos sociales.
Aunque el resultado andaluz aleja de momento el escenario de un posible adelanto de las generales, Podemos no tiene intención de desconvocar las primarias. Este lunes concluye el plazo para que los aspirantes formalicen sus candidaturas y arranque después la fase de recogida de avales. De hecho, Pablo Iglesias y muchos de quienes posiblemente le acompañen en la lista ya han formalizado la suya, lo que hace menos probable la suspensión de las primarias.
En la misma línea que los anticapitalistas, el diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid, Hugo Martínez Abarca, encuadrado en el sector 'errejonista' señalaba en Twitter: "Igual deberíamos parar un momento a pensar estratégicamente, detener todo proceso interno que no sea inaplazable y urgente y poner todas las energías, de nuevo, en pensar en país y en democracia". Y no han sido los únicos que han reclamado autocrítica.
En el otro lado, se sitúan las quejas del cofundador del partido, Juan Carlos Monedero, quien ha pedido dimisiones en Adelante Andalucía por haber perdido un tercio de los votos que tenían. Monedero, que no ocupa cargos orgánicos pero sigue teniendo gran influencia en el círculo más cercano a Iglesias, cree que la "insistencia" de Teresa Rodríguez "en alejarse" de Podemos ha tenido como "recompensa" este mal resultado. Su conclusión es que "lo que es ganador en las elecciones quizá sea la marca Podemos acompañada de la figura de Pablo Iglesias".
Iglesias no ha llegado tan lejos pero sí ha admitido que "toca ser autocríticos", "analizar con calma lo que ha pasado" y "poner remedio" a los posibles errores cometidos. Ha apelado a "esforzarse y trabajar mejor" porque "algunas cosas no se han hecho bien", y tienen que salir preparados a las próximas citas electorales. Pero no todos, además, comparten los argumentos que hasta ahora ha ofrecido el líder del partido para explicar el ascenso de Vox como un efecto del discurso de PP y Cs que han "blanqueado" a la "extrema derecha". Entre ellos, el diputado Raimundo Viejo, de sus socios de En Comú Podem, que se presentó en la lista de Carolina Bescansa a las primaras de Galicia y que sostiene que "hay que volver a entender que no va de izquierda y derecha, de fascistas y antifascistas, sino de la oligarquía y el pueblo". Otros reconocen preocupación por la recuperación de mensajes del antifascismo ya antiguos como el 'no pasarán' o la "alerta antifascista', que creen que no sirven para fortalecerse hacia fuera.