TRAMA GÜRTEL
El cabecilla de Gürtel, Francisco Correa, se ha negado a declarar ante el juez que investiga la caja B del PP, José de la Mata, a la vez que le transmitido su voluntad de colaborar con la justicia, a lo que el magistrado le ha espetado que su colaboración está siendo "a la carta".
Correa ha comparecido hoy ante De la Mata como imputado en el caso de los llamados papeles de Bárcenas, que está pendiente de juicio y del que se ha abierto una pieza para investigar las declaraciones del cabecilla de Gürtel en el macrojuicio a la trama, donde reveló que intermedió en el pago de comisiones del 3% al PP por parte de grandes constructoras a cambio de adjudicaciones públicas. Sin embargo, esta vez, por indicación de su abogado Juan Carlos Navarro, su locuacidad se ha transformado en laconismo y se ha limitado a acogerse a su derecho a no declarar.
Ni siquiera ha querido ratificar sus revelaciones en el juicio y no ha dado por tanto detalle alguno sobre esas intermediaciones que confesó. Pese a ello, se ha dirigido al juez, al fiscal Antonio Romeral y a los abogados presentes en la declaración y tras decir que no iba a responder porque ya lo hizo durante las 15 horas que declaró en el juicio y que no tenía nada más que añadir, ha asegurado que su voluntad es seguir colaborando en las piezas de Gürtel pendientes de juicio como la de la visita del Papa a Valencia y otras que ha dicho ya no recordar en cuál está.
Ante esa aparente contradicción, De la Mata le ha replicado que esa colaboración la hace entonces "a la carta" y le ha recordado que la de la caja B es una pieza que surge del caso Gürtel y por tanto se trata del mismo caso. El abogado de Correa Juan Carlos Navarro ha indicado en declaraciones a los periodistas que el pacto alcanzado con la Fiscalía Anticorrupción en el juicio a la primera época de Gürtel aún no está cerrado y que se siguen negociando acuerdos en otras piezas de Gürtel.
Pese a la negativa a declarar, De la Mata dispone de la declaración que prestó en el juicio a la primera época de Gürtel (1999-2005) tras reclamársela al tribunal de la Audiencia Nacional que está juzgando estos hechos cuando decidió reabrir la causa de la caja B del PP a petición de Izquierda Unida y ADADE. Antes de que en octubre comenzara el juicio de Gürtel, Correa, en prisión tras ser condenado a 13 años en el caso Fitur, trató de alcanzar un acuerdo con la Fiscalía para rebajar su condena a cambio de confesar los hechos.
Esta situación le llevó a realizar una prolija declaración en el juicio, si bien no aportó datos suficientes para alcanzar un pacto definitivo con Anticorrupción. Según el relato de Correa, él daba dinero y regalos a cambio de adjudicaciones a los exmiembros del PP que se sientan en el banquillo, y entregaba entre el 2 y el 3% al extesorero Luis Bárcenas por conseguir obras en ministerios como Fomento o Medio Ambiente sin aportar más detalles.