DICE QUE SABE "POCO"
La empresaria alemana Corinna Larsen se ha desvinculado de los acuerdos para la construcción del AVE a la Meca y ha trasladado al fiscal español que la ha interrogado en Londres los "hechos limitados" que conoce del caso a través de "terceros", según un comunicado de su abogado remitido a los medios.
El interrogatorio de Corinna, que hace años mantuvo una estrecha amistad con el Rey Juan Carlos, se enmarca en la investigación abierta por la Fiscalía Anticorrupción por un presunto pago de comisiones ilegales en la construcción del citado tren en Arabia Saudí.
Su letrado Robin Rathmell asegura que ella estaba "feliz de ofrecer voluntariamente los hechos limitados de los que tiene algún conocimiento", pero deja claro que "cualquier intento posterior por parte de personas en España que busquen utilizarla como chivo expiatorio para restarle importancia a sus propias acciones indebidas enfrentará una respuesta legal rápida". Ella "no tuvo ninguna participación en el acuerdo del AVE" y, según el abogado, se ha limitado a trasladar a las autoridades españolas "lo que terceros le dijeron", aunque "es evidente que una investigación completa debe ir mucho más allá de los pocos hechos que conoce ella". "Las acusaciones serias en los medios sobre los negocios financieros del Rey emérito han existido por décadas. Si hay alguna intención real de investigar adecuadamente el acuerdo del AVE y otras acusaciones, es al final un asunto del poder judicial español y de España", afirma.
Anticorrupción abrió las diligencias sobre el AVE a la Meca hace casi un año después de que el juez del 'caso Tándem' cerrara la pieza 'Carol', abierta a raíz del hallazgo de una grabación de un encuentro en Londres entre el excomisario José Villarejo y Corinna en 2015, antes de la abdicación del monarca, por lo que en ese momento el rey emérito era aún inviolable y eso hacía imposible poder investigarle.
La Fiscalía pidió al juez que le remitiera la documentación que había en esa pieza sobre ese presunto pago de comisiones ilegales y comenzó a practicar una serie de diligencias de carácter reservado para poder decidir si presenta una querella por un delito de cohecho internacional.
De las revelaciones de Corinna Larsen, que mientras estuvo casada adoptó el apellido Zu Sayn-Wittgenstein, Anticorrupción solo ve indicios de delito en las posibles comisiones pagadas en la adjudicación del AVE. En la conversación, Corinna habla de cuentas en Suiza que habría tenido el monarca y del contrato del AVE en Arabia Saudí, que fue adjudicado en octubre de 2011 a un consorcio de doce empresas españolas, entre ellas la constructora OHL.
Cita en concreto el pago de comisiones por empresas españolas "para el tren", que habrían ascendido a 80 millones de euros abonados a la mujer de un empresario saudí, quien habría entregado la mitad a un empresario español, y éste a su vez le habría dado todo, o parte, a don Juan Carlos.
Al pedir el archivo de la pieza Carol, la Fiscalía señaló que los indicios de la "eventual intervención" de Juan Carlos I en estos hechos son "extraordinariamente débiles, pues consisten en la mera referencia que hace una persona (Corinna)"; sin embargo, creyó procedente indagar en los pormenores de la adjudicación de la obra. Según fuentes judiciales, el interrogatorio de Corinna en el Serious Fraud Office (SFO) de Londres, donde reside la empresaria, ha quedado en manos del fiscal anticorrupción Luis Pastor.