Paro transportistas
María Jesús Montero achaca este paro convocado por los camioneros a "la intranquilidad que quiere llevar Putin al conjunto de Europa", mientras que el ministro de Agricultura señala a un "pequeño grupo de elementos radicales".
El paro del transporte continúa con sus protestas. El sector de la alimentación y los consumidores ya están sufriendo las consecuencias de un parón por el alza de los precios y los costes de la distribución.
El Gobierno, en una nueva jornada, ha vuelto a cargar contra los convocantes del paro, la Plataforma de Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional. Dice el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que se siente "concernido, preocupado y disgustado por la actitud de un pequeño grupo de elementos radicales que está impidiendo a muchos de nuestros agricultores y ganaderos hacer su trabajo honesto". Repite el ministro que son grupos minoritarios y violentos que están impidiendo su distribución, "me parece absolutamente intolerable".
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha vuelto a situar a los convocantes de la huelga en "la ultraderecha que coquetea con las aspiraciones de Putin". Montero habla de "boicot en los transportes por una minoría usando la violencia" y lo relaciona con la invasión de Rusia en Ucrania, "es la intranquilidad que quiere llevar Putin a toda Europa".
Preguntada por posibles soluciones a las reivindicaciones de los transportistas asegura que "no puedo adelantar detalles de las medidas", pero promete que serán medidas para minimizar los efectos de las empresas y los trabajadores. Y anuncia que el lunes volverán a convocar el pacto social para incorporar las medidas. Dice la ministra Montero que el paro no está apoyado por la mayoría del sector, que los convocantes son minoría y que "ha sido un boicot en la entrada de camioneros autónomos".
Una ministra más, Reyes Maroto, de Industria, Comercio y Turismo reitera esa idea, que la huelga la secunda un grupo minoritario. La ministra pide que "cese el boicot", que está afectando a muchas familias y distribuidores. Y tiende la mano a sentarse a negociar.
La oposición no entiende que se hable de boicot
La oposición critica que el Gobierno hable de "boicot" y no se esté respetando el derecho a la huelga de los trabajadores. "Les ha salido el tiro por la culata", dice Edmundo Bal, de Ciudadanos, en referencia a la medida que tomaron de destipificar del Código Penal los delitos de los piquetes. "El que dice que es el Gobierno más progresista de la historia se sitúa en contra de una huelga de trabajadores", señala. Bal se pregunta qué pasaría si en esta situación de alza de precios desde hace meses estuvieran en la oposición PSOE y Unidas Podemos.
Cuca Gamarra, del Partido Popular, en una entrevista radiofónica asegura que esta huelga es solo "la punta del iceberg por todo lo que no está haciendo el Gobierno". Gamarra dice que respeta el derecho a la huelga pero no justifica la violencia. Y se posiciona también por el respeto a quienes no quieren ejercer el derecho a un parón. Y señala al gobierno de Pedro Sánchez, "deberían estar tomando medidas, empleando todos los esfuerzos", critica que la postura sea posponer cualquier medida.