CORRUPCIÓN

Condena de 16 años para la exalcaldesa que llevó a La Muela del boom a la ruina

Nueva sentencia por la corrupción en el ayuntamiento de La Muela (Zaragoza). Más de 16 años de prisión y multas millonarias por arruinar el municipio con obras faraónicas y gastos imposibles de pagar.

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a la exalcaldesa de La Muela (Zaragoza), María Victoria Pinilla, a más de 16 años de prisión y multas que suman casi 8,5 millones de euros. En la segunda sentencia que dicta un tribunal de la Audiencia Provincial de Zaragoza, producto de la repetición del juicio ordenada por el Supremo, consideran autora de once delitos de corrupción relacionados con su gestión al frente del ayuntamiento, tales como fraude en las subvenciones, blanqueo de capitales, cohecho o fraude fiscal. También ha condenado a los exconcejales, empresarios y técnicos Fernando Barba, Antonio Fando, Julián de Miguel, Ignacio Unsain, Julio y David de Miguel, y ha absuelto a Francisco Aramburu y Alberto Lozano.

La exalcaldesa se enfrentaba a penas que sumaban 25 años y medio de prisión y multas por importe de 75 millones de euros. Ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Supremo, esperando lograr la absolución o la anulación del nuevo fallo, como sucedió con la primera sentencia.

EL 'MILAGRO' DE LA MUELA

El caso Molinos puso al descubierto una red en el ayuntamiento de La Muela. Durante años había realizado grandes inversiones y gastos, con viajes vacacionales gratis, obras públicas de envergadura y fiestas. Organizaban vacaciones en el Caribe, Argentina o Brasil para los vecinos, había ayudas municipales para becas, autobús y otros servicios. Se construyó un gran auditorio donde llegaron a actuar Julio Iglesias y Rocío Jurado. También una plaza de toros que se estrenó a bombo y platillo, y por donde pasaron las primeras figuras del toreo. Además un polideportivo con piscinas climatizadas y spa y tres museos: uno dedicado al viento, otro al aceite y otro a la vida.

Todo el dinero salía del boom de la energía eólica. Los 500 molinos instalados en la localidad eran el principal motor económico. A eso había que sumar su cercanía a Zaragoza, lo que potenció su polígono industrial y desató el desarrollo urbanístico del pueblo. En pocos años se levantaban complejos residenciales y la localidad se convirtió La Muela en una ciudad dormitorio. En 20 años pasó de tener 800 vecinos a 5.000. Todo se lo llevó la crisis y la corrupción.

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