PALENCIA | LA ARMH INICIA EL TRABAJO
Ya ha comenzado a trabajar la máquina que destapará las fosas de este sector del antiguo cementerio, lugar donde están al menos 250 personas, de los 495 represaliados que hay enterrados en lo que fue el camposanto municipal.
Un ruido que han seguido muy de cerca los numerosos familiares de las víctimas, apostados en los alrededores con la esperanza y la ansiedad dibujadas en la cara y los ojos fijos en la máquina que ha comenzado a devolverles la paz que se les arrebató en el pasado.
"Siempre es el mismo gesto. Las mismas caras de expectación y de angustia", ha manifestado Manuel Muñoz como representante de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Palencia.
Y es que esta vez cambia la magnitud de la exhumación, la más grande que se acomete en Palencia, pero no "la sensibilidad y los sentimientos" que envuelven este tipo de actuaciones.
La expectación es también mayor porque afecta a muchas localidades de la provincia, unas 25 además de la capital, ha recordado Muñoz.
Almudena García, de la Unidad de Antropología de la Universidad Autónoma y la arqueóloga encargada de los trabajos, ha explicado que en este caso la complejidad es relativa porque todo está muy bien documentado, ya que se cuenta incluso con los planos donde están las fosas, se conocen los nombres y apellidos de todas esas personas, incluso el historial y los datos del juicio sumarial que los condenó a muerte.
Los trabajos de exhumación, que se prolongarán durante un mes, cuentan con una subvención del Ministerio de Presidencia concedida a cuatro agrupaciones de familiares creadas para tal fin, y con la colaboración de los voluntarios de las asociaciones para la recuperación de la Memoria Histórica de Palencia, Valladolid y Aranda de Duero.