Barcelona
El Ayuntamiento de Ada Colau pide nivel C1 de catalán para hacer fijo a un clarinetista después de 26 años formando parte de la banda.
José Joaquín Sánchez es sevillano y toca el clarinete en la banda municipal del Ayuntamiento de Barcelona desde 1997. Comenzó con un contrato por obra y luego siguió de interino; en todo este tiempo, el consistorio nunca le ha exigido dominio del catalán para trabajar.
Pero ahora, 26 años después de que comenzase a trabajar en la banda, el Ayuntamiento que dirige Ada Colau le ofrece por fin un contrato indefinido. Pero hay una condición obligatoria: acreditar nivel C1 de catalán, es decir, nivel avanzado. José Joaquín, según explica al diario ABC, ha decidido llevar el caso ante los tribunales, apoyado por la asociación Hablemos Español.
"No se necesita ningún idioma para tocar el clarinete"
"Después de 26 años tocando, ahora me exigen dominar el catalán para dejar de ser un trabajador temporal y pasar a ser fijo. Nunca me han advertido de que el dominio de la lengua era condición indispensable para mi trabajo. Es totalmente surrealista, no se necesita dominar ninguna lengua para tocar el clarinete. El lenguaje musical es universal, es todo política", señala José Joaquín.
El músico no entiende que dominar el catalán sea un requisito obligatorio, puesto que ni imparte clases ni ocupa ningún puesto en la administración pública: simplemente, toca el clarinete.
Los responsables del consistorio le comunicaron la noticia a finales del año pasado por correo electrónico. Le dijeron además qué plaza era la suya para que la buscara en las bases de la convocatoria. Su sorpresa llegó cuando el nivel C1 de catalán no estaba en el apartado de méritos sino que era, de hecho, un requisito obligatorio. Su sueño de convertirse en trabajador indefinido, más de un cuarto de siglo después, se desvanecía.
Decidió entonces llevar el caso ante la justicia en un recurso contencioso-administrativo. Su abogado, Ángel Escolano, que preside también la asociación Convivencia Cívica Catalana, cree que esa condición para acceder a la plaza atenta contra la Constitución.
"Me han discriminado por mi acento"
"Es muy fuerte que para dar respuesta a un proceso de estabilización marcado por una ley estatal se nos pida el C1 obligatorio", explica. "En 2006, voluntariamente, decidí sacarme el nivel A2, el más básico. Pese a mi buena predisposición porque nadie me lo pidió, tras el examen final, me hicieron comentarios discriminatorios por mi acento", señala el músico.
Jose Joaquín no entiende que el consistorio barcelonés no sea flexible con trabajadores como él, que llevan tantos años contratados, y especialmente cuando el catalán no forma parte de su trabajo. El lenguaje que importa en su puesto, que es el musical, es el que domina. Pero, por el momento, de poco le vale.