INTERPONDRÁ UN RECURSO ANTE EL SUPREMO

Castilla-La Mancha no realizará la reválida a menos que Educación "subsane las deficiencias"

La consejera de Educación de Castilla-La Mancha, Reyes Estévez, ha explicado que la comunidad no realizará las pruebas de evaluación final de sexto de Primaria si el Ministerio de Educación no soluciona las "deficiencias" detectadas en la regulación de la prueba. Para Estévez la reválida cuestiona la profesionalidad del profesorado y carece "del carácter continuo, global y formativo" de toda evaluación educativa. Además ha informado de que va a presentar un recurso ante el Tribunal Supremo contra el Real Decreto que regula esta prueba.

El gobierno de Castilla-La Mancha ha decidido no realizar la prueba de evaluación final de sexto de Primaria, conocida como reválida, y va a presentar un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Supremo contra el Real Decreto que la regula.

La consejera de Educación, Reyes Estévez, ha comparecido en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno de este martes, en la que se ha autorizado al gabinete jurídico de la Junta de Comunidades a interponer el citado recurso.

Estévez ha explicado que en Castilla-La Mancha la reválida no se hará a menos que el Ministerio de Educación "subsane las deficiencias" detectadas en la regulación de la citada prueba y convoque para ello la conferencia sectorial de Educación.

La consejera ha señalado que ha tratado de agotar todas las vías de negociación y acuerdo por lo que, antes de autorizar este recurso había presentado un requerimiento previo a la vía judicial, el pasado mes de enero, que ha dicho fue rechazado por el Ministerio. Ha indicado que ya son doce las comunidades autónomas que se han posicionado en contra de la realización de la reválida, con lo que el desacuerdo es mayoritario.

Para la consejera, la reválida "carece del carácter continuo, global, formativo y orientador propio de toda evaluación educativa; y carece del mínimo consenso necesario para la aplicación de una medida que, si bien no condiciona ni la titulación ni la superación de curso académico, sí que genera una ansiedad innecesaria en el alumnado y en las familias".

Asimismo, ha continuado la titular de Educación, supone un "cuestionamiento implícito de la profesionalidad y de la objetividad evaluadora del profesorado del propio centro educativo, con la paradoja de que es realmente este profesorado el que conoce el nivel de aprendizaje de los alumnos".

La prueba final de sexto de Primaria, además, por su carácter externo, genera "importantes dificultades organizativas y funcionales" que afectan a los alumnos de todo el centro y no solo a los que se evalúan. Para Estévez, estas pruebas "solo dan pie a la elaboración de ránking de colegios que, en sí, no aportan beneficio alguno al alumnado".

Y carece de la financiación necesaria para su adecuada realización en "las mínimas garantías de calidad y objetividad", ha dicho la consejera, quien ha añadido que "la indefinición y el desamparo en los que nos tiene sumidos el Ministerio de Educación nos impide planificar esta prueba en las mejores condiciones para el alumnado". "Aunque como gobierno acatamos el cumplimiento de la Lomce, no podemos llevar a los alumnos de sexto ni a sus familias ni al profesorado a una prueba sin más explicaciones que las que hemos recibido del Ministerio", ha asegurado.

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