LOS CASOS DE CORRUPCIÓN
Una infanta en el banquillo de Nóos, un exministro en el de las 'tarjetas black' y un extesorero del PP en Gürtel. En 2016 se han celebrado los juicios de corrupción más sonados de los últimos años, aunque también han copado portadas otros como el Madrid Arena o el del pederasta de Ciudad Lineal.
El juicio que ha marcado 2016 es, sin duda, el que juzgó por primera vez a una miembro de la Casa Real. Un tribunal de Palma de Mallorca sentó en el banquillo a Cristina de Borbón acusada de cooperar con los delitos fiscales de su marido, Iñaki Urdangarin, unos hechos por los que se enfrenta una petición de cárcel a 8 años por parte de Manos Limpias.
El juicio de Nóos, sobre el dinero público que supuestamente se quedó Urdangarin, comenzó el 11 de enero, pero hasta el 3 de marzo no declaró ella, un esperado momento que concentró a centenares de periodistas nacionales e internacionales en un polígono de la capital balear. En un interrogatorio de 66 minutos, la infanta se amparó en la "confianza" que tiene en su marido y dijo que cree plenamente en la inocencia de Urdangarin, para quien la Fiscalía pide 19 años y medio de prisión.
Ha sido el juicio del año, pero la sentencia se está haciendo esperar. La previsión es que se hiciera pública en las fechas navideñas, aunque puede que se posponga después de que la jueza que debe redactarla haya pedido una prórroga hasta marzo del plazo para hacerlo.
En octubre empezó el esperado primer macrojuicio por el caso Gürtel con sus principales protagonistas en el banquillo -Luis Bárcenas, Francisco Correa o Luis Sepúlveda-, tras casi siete años de instrucción y una convulsa composición del tribunal de la Audiencia Nacional llamado a juzgar este caso.
Una vez resueltas las recusaciones de dos de los tres miembros originales del tribunal por afinidad ideológica al PP, el arranque del juicio quedó despejado y comenzaron a declarar los primeros de los 37 acusados en esta causa. Entre ellos, el cabecilla de Gürtel, Francisco Correa, que tras negarse a declarar desde su detención en febrero de 2009 y pasar casi cuatro años en prisión preventiva, empezó estrenando abogado y con la sospecha de haber llegado a un pacto con la Fiscalía tras abonar los 2,2 millones de fianza civil que le reclamaba.
En su declaración, la más significativa de las escuchadas hasta ahora, Correa se responsabilizó de todas las actuaciones en sus empresas, por las que están también respondiendo sus subordinados, y reconoció haber dado dinero y regalos a cambio de adjudicaciones a los exmiembros del PP que se sientan en el banquillo.
A Bárcenas, dijo, le entregaba entre el 2 y el 3% por conseguir obras en ministerios. De esta afirmación tendrá ahora que defenderse el extesorero del PP, cuya declaración en el juicio no se prevé hasta después de las fiestas navideñas.
En la misma sede y en las mismas fechas se ha juzgado a los 65 usuarios de tarjetas opacas de Caja Madrid, juicio que está próximo a su fin pero que se ha prorrogado lo prolijo y detallado de las comparecencias de acusados, testigos, peritos, acusaciones y defensas.
Entre las más controvertidas, las de los expresidentes de Caja Madrid Miguel Blesa y Rodrigo Rato, que defendieron que el sistema era legítimo y transparente y negaron la validez de la principal prueba de cargo, las tablas de excel con el detalle de los gastos efectuados. También destacó el informe final del fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón, que en una dura intervención equiparó el uso dado por los acusados a las visas con un acto de "pillaje o rapiña".
Este año ha sido también el de los juicios por enaltecimiento del terrorismo. El más destacado ha sido el protagonizado por el concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata a cuenta de un tuit que publicó antes de ser edil sobre la víctima de Irene Villa y que tras una serie de vicisitudes judiciales -el caso fue archivado tres veces- acabó en absolución.
En los tribunales de Madrid, juicios como el de la tragedia del Madrid Arena, que se saldó con cuatro años de cárcel para el principal acusado, el promotor Miguel Ángel Flores y el del presunto pederasta de Ciudad Lineal, que quedó visto para sentencia, han copado las portadas de muchos medios en uno de los años judiciales más mediáticos que se recuerdan en la capital.
El año comenzó con el foco puesto en León, con la condenas a Montserrat González -22 años- y su hija Triana Martínez -20- por el asesinato de la presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco, y a Raquel Gago por encubrimiento. La condena de esta última fue revisada al alza por el Supremo a mediados de diciembre, elevándola de 12 a 14 años.
El Supremo también ha revisado el caso de Asunta Basterra y confirmado la condena a 18 años de cárcel impuesta por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia a cada uno de los padres adoptivos de la niña.
También despejó el camino para derruir el hotel almeriense de El Algarrobico, confirmó la sanción de suspensión para el juez independentista catalán Santiago Vidal y aceptó recursos contra impuestos como el céntimo sanitario o el canon digital de 2012.