Carmen Calvo
La decisión de la delegación del Gobierno en Madrid de prohibir las manifestaciones del 8-M ha provocado un nuevo enfrentamiento entre PSOE Y Podemos.
Irene Montero ha asegurado que se está criminalizando el movimiento del 8-M y las portavoces del movimiento ya han pedido la dimisión de José Manuel Franco.
Pero Carmen Calvo ha defendido la prohibición por la situación sanitaria de Madrid y por la cantidad de gente que suele acudir a las manifestaciones en esta región.
"Esto no es que estar en un lado o en otro, aquí hay un 8 de marzo que celebra un país contundentemente, como es España y una gran ciudad que da siempre una respuesta extraordinaria. Y hay una pandemia con unos datos particularmente no buenos aquí en Madrid", ha incidido Calvo.
La vicepresidenta del Gobierno ha advertido de que conviene tener "criterios ponderados" y Madrid "no es un lugar normal". "Cualquier manifestación en Madrid es siempre la más grande, la más importante", ha afirmado la vicepresidenta del Gobierno.
Pero esas explicaciones del PSOE no convencen a los organizadores del 8-M en Madrid, y los sindicatos UGT y comisiones obreras, indignados, han llevado la decisión del delegado del Gobierno ante la justicia.